Recibe una llamada telefónica.
No.
Se sienta a escribir.
Menos.
Entonces mejor simplemente se saca los zapatos.
Ya, por ahí vamos.
Luego los calcetines. Que alivio, no?
Que lata escribir esto.
Pero lo necesitas.
Si, lo necesito.
¿Por qué?
No lo sé.
Ya, los calcetines. Mientras suena el teléfono. Ya sabe quién es, no quiere contestar. La grabadora comienza su función:
"Necesito un préstamo, por favor. Un gran préstamo de la zona femenina. Sé que lo he estado escondiendo muy bien, pero le suplico, haga mis lunes un poco más azules."
Después de escuchar la voz, que reptidas veces le pide que porfavor, le saque a esa bella de la planta de los pies, decide mejor sacar al conejo de su jaula. Salta y rebota por la pieza, mientras ella observa sus zapatos, precioso, escondidos detrás del televisor.
¡Cállense!
14.11.07
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2 comentarios :
como que presentía que ibas a actualizar, de hecho, me iba a meter a msn anoche porque sentía que quería hablar contigo pero mi cuero no me dio mucho y caí rendida al sueño
es difícil a veces dar préstamos por nuestro lado, te puedes quedar hasta un poco vacía y es una gran injusticia.
a veces, sólo callense!
quiero comentar, pero esta cagá de internet no me deja, de hecho te hice uno pero no resultó, ojalá este salga, querida desconocida, pero a ver, meto la contra-seña y reviso....adios y thanks four yor fuckin' post.......saludos
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