3.10.07

1915

Lo mandó a llamar y le dijo:
- Usted, que pretende con la Nina?
- Bueno, eso es entre ella y yo.
- La Nina es una buena mujer. Más que eso. Pero a mi me importa un bledo qué es lo que usted pretenda con ella. Yo estoy aqui porque mi hijo está enamorado profundamente de ella. Porque es bella, de buena familia, inteligente y trabajadora. Si usted no la está tomando en serio, entonces déjela ya, que mi hijo le dará mejor futuro.
- Si ella quiere irse con su hijo, bueno entonces que lo haga, es problema de ella.
- No sea testarudo hombre! No es eso lo que le estoy diciendo. Sólo que usted ya tiene el título, cásese ya y deje a los hombres de este pueblo buscar otra pretendiente!

Otra vez, un hombre del pueblo me hizo llegar una carta. Era un poema. Y decía, "jamás olvidaré tus ojos, azules y profundos como el mar".

1 comentarios :

  1. dani dijo...

    a veces los hombres resultan más complicados que las mujeres. de eso me doy cuenta día tras día. que nosotras no nos decidimos nunca? pfff.. y ellos..

    tus ojos son azules y profundos como el mar, jejeje, a mí me encantan.