30.6.08

(*)

Hay espacio en mi corazón, para que sigas a tu corazón, y así no necesitemos más sangre desde la punta de tu estrella.
_____________________________________________________________________________________

Estoy tratando de no hacer esto. Quiero hincharme de aire, llenarme de aire, adentro, limpio, un círculo de aire en mi garganta.
(¿Dijiste algo?)
Cállate un rato. Estoy intentando escribir algo EMO. Tal vez ella piensa en respirar porque siente que se ahoga, no por los pulmones, sino que por sus venas. Sus venas se ahogan porque se desangra pausadamente. A veces en chorros. A veces solo se desliza. Pero de todas formas la sangre abandona sus muñecas lentamente.
(Eso es más gótico que emo.)
No, es que espera. Se las cortó con un corta cartón en el banco del colegio. Se las cortó bien porque lo había averiguado. Y despues de que lo hizo, silenciosamente se puso a dormir sobre la mesa, asi como cuando uno duerme en el colegio, usando los brazos como almohada. Ahí si!


Necesitaba verla. Tenía mil excusas en su cabeza. El pasillo era largo, la distancia entre los dos salones inmensas para la ansiedad que llevaba escondida.
A 20 metros de llegar a la puerta, ya se escuchaban los ruidos y gritos del curso, clases de técnico manual. Y él seguía pensando en algo para decirle, para justificar por qué estaba ahí y qué quería de ella.
Entró a la sala de clases y la vio linda, tan linda, durmiendo plácidamente con la cabeza apoyada en sus brazos, en dirección segura hacia la puerta. Se quedó ahí, observándola atónito. El profesor del curso notó su presencia y le preguntó qué quería, pero no obtuvo respuesta. Desde el ángulo donde el joven se encontraba, ella se podía ver perfectamente durmiendo, mientras un río de sangre caía desde su cuello, pasando por el pecho, cayendo por las piernas y juntándose como un lago de fuego debajo del banco que la sostenía.
Esa era la visión completa, y él ya la había descubierto.
Entonces gritó con fuerza su nombre y corrió hacia ella. La movió bruscamente y el cuerpo se desplomó hacia el suelo, revelando los cortes en las muñecas, escondidos por la posición en que su cabeza tapaba sus brazos.


(¿Y? ¿Sobrevive?)

No sé. Yo creo que si, no sé. Este me da lo mismo, no era lo que quería escribir, pero es lo que salió no más. Es como una mala publicidad.

(Ya filo. ¿Podemos dormir?)

0 comentarios :