pucha cai
r. dice: Cacha que en mi hay un congreso.
i. dice: ¿qué?
(¿un congreso completo? así, políticos y suches, discutiendo sobre la verdad de tu propia existencia. "este aspecto está mal definido, necesitamos más planes y un comité específico para que lo resuelva". Entonces en un área estan los que no saben si volver o seguir caminando. A veces prefieren la vida fácil y por lo tanto te impulsan a seguir cierto sendero; la mayoría del tiempo, en todo caso, predominan los que te impulsas a besarlo cada vez que se pasa por tu casa. Eso por un lado. Luego en otro lado están las culpas. No haber podido hablarle a tal gurú en aquella ocasión que hubiera sido predilecta para los recuerdos en algún momento de senilidad en un futuro muy, muy lejano. Pero están, estos remordimientos, no como una palabra larga, R E M O R D I M I E N T O, sino que como un grupo de políticos sentados con un micrófono discutiendo sobre quién sabe cuál de todos los malditos aspectos de tu vida por los cuáles te sientes culpable. Ahora, lo que más me interesa es saber dónde está ubicado. ¿Si tienes un congreso, dónde está? A lo mejor en tu cabeza. Una mesa con unos diez gnomos vestidos de terno, unos más locos que otros, enojándose y a veces gritándose para poder ser escuchados; algo así como tu modus operandi en muchas mini tú. Pero ok, no me pareces el tipo de persona que pueda realmente tener un congreso. Si yo tuviera uno, sería en las costillas. Pero la verdad es que no soy lo suficientemente pausada como para tener un congreso y resolver las cosas de esa manera. Bueno, ahora que lo pienso, tú tampoco. Las cosas nos serían más simples (o semplici) si tuviéramos la capacidad de la introspección. Tienes un congreso, un congreso completo, en ti. Que emoción.)
i. dice: ¿en ti?
r. dice: jaja, no, en mi u, me equivoqué al escribir.