12.12.09

Así es como se acaba

Porque uno siente que va sobrando, lentamente haciendo el ridículo. Entonces una piensa en cómo jugársela, cómo hacer algo para salir de este estado.

Es una posición delicada.

Pero llega un punto en que, después de vernos las caras en sueños, te alejas de tus formas y te ves a ti misma en el Otro, y entiendes por fin que tu felicidad se aleja exponencialmente de tus dedos cada vez que te sumerges en estos pensamientos. Y más que nada, comprendes que ya no lo podrás jamás hacer feliz.

Y que no hay nada que hacer, el uno pensando en el otro.

1 comentarios :

  1. Victoria López dijo...

    no más pena para isidora,
    sólo viraste en el camino
    y recuerda que nada vuelve vacío.

    nada.

    así que sonría.

    y emociónese

    porque vienen cosas más emocionantes

    y que te serán permitidas.