28.11.09

Deberías haber venido.

No son los ojos de los que me miran cuando digo estas cosas. Ni los movimientos de mentón que hacen mis padres a mis espaldas. Es más bien una cosa propia, de rechazo al otro, de entender que jamás, nunca jamás, podrán entender el momento.

13.11.09

Reconciliación

Hace mucho tiempo, años atrás, sucedieron cosas en mis costillas.

Me acuerdo de muchas de ellas. Tengo hartos recuerdos. Lo más difícil era despertar: no podía apagar los sollozos. Durante semanas, tal vez incluso más de un mes, me despertaba todos los días llorando. Y no era una actitud emo o masoquista, derrotista, hiper sentimental. Era que me dolía. Si respiraba muy fuerte me dolía todo. Era así porque todas las noches mi cabeza decidía darme un respiro con los sueños más maravillosos, las situaciones más calientitas, con olores amigos, con brillos y bellezas que ya no existían en mi vigilia. Y al despertar, lo que pasaba era que se me habían ido los sueños; la mañana venía a mí irremediablemente, con la angustiosa sensación de querer seguir viviendo pero no saber cómo.

En esa época cierta música me sanó. Me ayudó un motón. Pero también hubo algunas melodías que me flagelaban tan profundo que tuvieron que ser eliminadas. Dentro de ellas estaba la música de The Gathering.
Es extraño porque ellos hacen sonidos bastante dolorosos, por lo que su compañía podría haber sido un gran extractor de demonios. Pero resultaba que, en los años anteriores a estos años anteriores, musicalizaron los primeros pasos que da uno cuando está a punto a punto de enamorarse. Y me sentía tan feliz, tan plena, brillante, expansiva, que la melancolía de esta banda se me hacía la realización máxima de ese menjunge de emociones que tenía en plena adolescencia. Así que los tuve que cortar. Los eliminé. Borré todas y cada una de sus canciones de mi computador.
El tiempo pasó, los años cayeron sobre mis heridas, y yo seguí sin recordarlos.
A principios de este año busqué en internet noticias sobre ellos, con la mala suerte de leer que se habían separado. Hasta ahí no más dejé mi camino de vuelta hacia ellos.

Pero vaya a saber Dios por qué, justo ahora me dieron ganas de escuchar Saturnine, una canción que en si misma es un exceso. La busqué en youtube y me vi envuelta en una vorágine de recuerdos: lindos, dolorosos, lindos, dolorosos y dolor lindo al final. Y los retomé. Los retomé, los busqué, los escuché, los perdoné por haberme soportado cuando no deberían haberlo hecho, y ahora se los dejo con subtítulos (curioso: los fans hispano parlantes han subtitulado casi todo el material de la banda que está en internet).

Y me siento un poco más nueva, anciana, pero nueva.







7.11.09

Volver a querer

Quiero inventar una historia, que sea como entrar a un túnel de color azul.

Quiero muchas cosas.

Pero para querer, después de tanto tiempo, querer y necesitar, tuve que recorrer un camino muy largo.

Y estoy orgullosa: es como ir a rehabilitación y contar los días, cuántos días llevas sobrio. Yo no sé cuánto tiempo llevo exactamente aquí, con los pies sobre la tierra. No sé cuándo fue que me sané. Sólo sé que estoy finalmente limpia. Que tengo el corazón hinchado, resbaloso, abierto y expectante.

Todas las mañanas siento que estoy empezando. Que desilución ya se fue y el mundo está lleno de posibilidades. Me pongo en marcha, hago cosas. Mando mails y quiero al Angelo y escribo y leo maravillas y me imagino drenando todo este amor que tengo dentro, almacenándola en otra persona, o miles de personas, o simplemente 17 personas que nos ven por Twitcam.

Siento que la vida está empezando. Que todos los días está empezando. Que me formatié y tengo la memoria ram en su mejor estado.

Olvidé el miedo. Así que si tú, quien quiera que seas, estás sufriendo por algo y de verdad sientes que sacarte fotos en el baño o tomarte una piscola al seco no hace más que darte pequeñas satisfacciones, y que nada volverá a ser lo mismo, te digo altiro, mejor déjate correr, que el Universo se va a dar el tiempo de salirte a la caza, y que de pronto te vas a encontrar. Y va a ser lindo re encontrarte. Porque los tatuajes que tendrás ahora harán de tus brazos el mapa más bello del pasado.

¿Suena muy mamón?

6.11.09

Escuece

Hoy venía saliendo de San Joaquín en mi auto. En las salidas se aglomera gente que quiere que los lleves. Hacen dedo y ponen cara de que no te van a asaltar ni a violar. Entonces yo venía manejando y un chiquillo, busquilla por lo demás, porque estaba a varios metros de distancia del resto de la gente, lo cuál hizo que lo notara y supongo que debe servir como técnica de persuasión transportista, me hizo el gesto ese: "¿Me llevas?".

A mí me carga llevar gente. ¿Qué les voy a hablar? Por lo demás, si ando sola en el auto estoy escuchando música muy fuerte o por el contrario, estoy sin música ni nada, reflexionando en silencio. De cualquier manera, un desconocido sentado a mi lado es un estorbo. Así que siempre pongo cara de pocos amigos cuando paso por la salida o simplemente los miro con desdén de pura mala onda.

La cosa es que este cabro estaba bien bueno. Pero bien, bien bueno. Y cuando me miró puso cara linda y sonrisa linda. Y cuando le dije que no, se puso más bonito todavía. Avancé un par de metros para encontrarme con un taco a la salida. Durante 10 segundos pensé mil cosas: que era lindo, que no se veía muy san joaquinesco (poeta o literato, ingeniero o comercial abc1, o el peor de todos: religioso), y que me sentía seca como una pasa, que si seguía a este ritmo me correrían arañitas por los muslos, ¿qué mal puede hacerme conocer a alguien al azar?, esto pasa en las películas, necesito conocer a alguien, ¿dónde están los hombres de este país? ¡En la esquina po saco wea! ¡Pidiéndote que lo subas a tu auto!

Marcha atrás, vuelta a la manzana, paro. Se acerca, se inclina hacia mí: barba linda, ojos oscuros, pelo largo. Tal vez un poco hippie...

- Me dio cargo de conciencia.
- Gracias.
- ¿A dónde vas?
- A la Dehesa.



En otras noticias: quería terminar esta entrada con un video que acabo de subir pero vimeo lo tendrá listo en una hora más, y me da una PAJA tremenda esperar.

Así que a falta de video, buenas son las fotos:




1.11.09

Alabanzas Varias


Entonces ayer iba de camino a la Filsa porque quería ir a conocer a Jorge Baradit y comprarme su libro y porque tenía demasiadas ganas de ver la cara de Alberto Montt que también iba a estar hablando y firmando cosas.



Salgo caminando escuchando Faith No More (porque mi ánimo es siempre masoquista cuando ando en la calle, y dado que sólo había escuchado el concierto a través de la Futuro imaginando que escupía a Mike Patton, entonces era más que suficiente para caminar sola por el Santiago húmedo que nos regalaron ayer). Tomé una micro, después entré al metro. Pensé que había sido una buena idea ponerme desodorante y sonaba Epic en mis audifonos, cuando de pronto, entre acorde y acorde sentí la misericordiosa voz de la Diosa cantando no para mí.
Giré sobre mis talones sin poner STOP y la vi ¿pueden creerlo? la vi cantando en esas pantallitas del metro donde ponen videos de Shakira o de Supernova: ahí estaba ella recitando el video oficial de Welcome To England.
Se me cayó la mandíbula. Me saqué los audífonos y me dejé hipnotizar por su presencia. No digo que la canción sea la mejor que le he escuchado, de hecho no me motiva nada, pero cotizen momentáneamente lo que significó para mí ver un video de Tori Amos en la estación Escuela Militar.
Obviamente nadie la estaba escuchando. Me fijé en la gente, nadie miraba a la pantalla. Yo era la única que se había dado cuenta de la presencia extraña. Y me sentí bendecida. Como si mis intenciones masoquistas hubieran tocado alguna campana celestial en el departamento "Psicomagia for Dummies" que flota en algún lugar del Universo, y se hubieran manifestado ante mí, entre decenas de personas, para recordarme de la forma más sencilla posible que mi búsqueda está lejos de terminar, y que el cansancio que recojo a veces por las mañanas es culpa de la necesidad de vivir feliz. Me di cuenta de que seguía despierta, y fui feliz por eso.



Después seguí con Faith No More y recordé lo que había escrito Sergio Cancino:

Un día despiertas y te sientes diferente. Quieres describir, aterrizar, clasificar, catalogar esa nueva sensación. Pero fallas. A la mañana siguiente, repites la operación con el mismo resultado. El sentimiento es un loop. “Esta canción ya se escribió”, canta Cerati en “Deja Vu” y te hace gracia. Un Día de la Marmota sin Bill Murray y con tus amigos usando signos de interrogación como paraguas. Recurres a las viejas canciones con pianos generosos que antes te brindaron cobijo y suavizaban las respuestas. Pero falta algo. Entonces aparece el nuevo disco de Regina Spektor y encuentras una canción llamada “Eet”. Ella está haciendo las buenas canciones que faltan en los últimos discos de Tori Amos. Porque con los años Tori, como la mayoría, se fue enredando mientras cantaba mirándose al espejo.



Si, tiene razón. Toda la razón. Tori ha dejado atrás la pasión angustiosa de su juventud para cantar ahora desde la adultez, la maternidad. Y a veces eso se nos hace ajeno, lejano, porque para entenderla hay que compenetrarse demasiado con ella, más que con la música. Tal vez por eso a mí me sigue gustando, y tantos otros la han abandonado en el camino.
Y a veces no entiendo el nuevo disco. A veces echo de menos la resonancia de su voz cantando sola junto a las teclas. Pero después empiezo a buscar y buscar en ella, y me vuelvo a encontrar, no porque ella me quiera decir algo sobre mí cuando era ella, sino que me mira desde la lejana sabiduría para cantar cosas como esta:




By the time you're 25
they will say, "you've gona and blown it."
By the time you're 35, I must confide,
you will have blown them all


Y pasando a otro tema, para concluir el anterior. Un pequeño video que edité este viernes que me quedé de babysitter en la casa, en el notebook escuchando la Futuro.

De nuestros carretes y el desenfreno que no nos caracteriza: