29.10.09

#Confieso

Estar ahí, eso es lo importante.

Me miró ese día, me estuvo mirando esa noche. Abrí los ojos derrepente, por ese pequeño espasmo que dan los ojos antes de comenzar a soñar. Me moví ligera en el lugar y entre mis pestañas lo vi sentado frente a mí, en el suelo, con el mentón apoyado entre sus brazos y las piernas recogidas hacia sí.

Detrás estaba la pared.

No hacía frio, ni hacía calor. El pelo me caía sobre la mejilla y la lámpara del velador estaba encendida. La luz estaba ahí para cuando él llegara, para que no se tropezara con mis zapatos al momento de acostarse. No sé por cuánto tiempo estuve dormida, ni cuánto rato estuvo él observándome, pero cuando abrí los ojos lo vi estático, silencioso y sonriente, entretenido en un pasatiempo que nunca entendí: observarme dormir hasta quedarse dormido.

Esa fue la primera vez. Al verlo estiré los brazos y le pedí que se acostara conmigo. Conciliamos el sueño juntos y al día siguiente hicimos el amor al despertar. Ninguna de las veces que lo descubrí descubriéndome de noche tuvieron la misma magia, pero sus ojos oscuros apoyados en mí, la seguridad que me daba explotar de amor cada vez que sentía su presencia, eso cambiaba a cada instante todas las veces, todos los días.

Ahora, de vez en cuando, me despierto de noche y lo invento en mi cama. Probablemente esté amando a otra, a otro, alguien o algo que se le haya cruzado ante los ojos, no yo, pienso cuando me limito a sentir lo que tengo y no lo que perdí; pero de todas las melancolías que me trae su recuerdo, la sensación de que me cuidara los sueños es la que más extraño, sobre todo ahora, cuando extraño extrañar.

25.10.09

Tonterías Varias, vol. I

Ha sido uno de esos momentos de la vida en que no se tiene muy claro por qué pasan las cosas, pero después terminana sucediendo y diablos, es fantástico.
No, eso en realidad es excesivamente cínico. No es fantástico, es un tanto apabullante, sorprendente, ¿y yo qué hago aquí? (¿se acuerdan un comercial de contacto o informe especial sobre comunicaciones con el más allá, donde se escuchaba una niña que decía "y yo que hago aquí" con una voz tétrica de ultratumba?).

No sé qué me dio, pero no quiero escribir con metáforas ni ser críptica como solía moverme dentro de este blog. Porque si lo ven, es bonito: es New York y es naranjo y negro, y un tanto emo pero qué, yo soy así (tarán). Y no me dan ganas, o no tantas, de dejarme descifrar.

*Tengo un grave problema con las H. No sé usarlas. Me he dado cuenta que necesito clases particulares de ortografía.

Bueno, mi vida. Aquí estoy, con tantas cosas en la cabeza que me cuesta ordenarme. Pero tengo que reconocer que he sido bendecida por el Universo, ya que me ha entregado en pocas semanas muchas herramientas: he aquí un lugar para que pongas tus ideas. He experimentado con distintas formas de expresión, desde Twitter (que sé en algunos momentos ha sido mi peor enemigo), hasta llegar al epílogo de mi novela y disfrutarla y reírme con las estupideces que se me ocurren. Perseguir a la Leti y a la Sandra para que terminen el cómic que escribí y estar constantemente grabando TODO lo que me pasa:



En aspectos Universitarios voy caminando hacia atrás. Me tortura tomar el metro a Casa Central y mamarme tanta burrocracia, y sentir que pierdo el tiempo porque en vez de estar sentada en clases podría estar escribiendo, o leyendo, o trabajando con la hermosa gente que me rodea (desde las chicas de SPM hasta Angelo Pierattini y Los Coléricos -obviamente pasando por el Seba Lehuedé y Simón y el siempre bien ponderado Diego "hijo" Zúñiga). Voy derechito a hecharme estadística pero me importa un pico. Lo único que vale la pena en este aspecto es Taller TV -gracias D.Andrade por hacer mis madrugadas más divertidas -y Crítica Teatral, porque el profe es una especie de Gandalf del siglo XXI. El resto es un parto de trillizos producto de una violación.

Y después viene Halloween y me quiero disfrazar de Amanda Palmer, con maquillaje como en este video:



Pero íbamos a ir a la Blondie y ahora ya no, entonces no sé que hacer para tener una justificación para maquillarme. Se aceptan ideas (en el peor de los casos me maquillo igual y hago algo intimo con mi otro yo y listo).

Y en el aspecto amoroso: qué ternura. Una cree que sí, que bueno ya, que ahora si que me da la chiripiolca y me enamoro por fin de nuevo, pero ZUÁCATE, siga participando. Eso es todo lo que voy a decir porque hablar del clítoris de una en un lugar tan público puede ser contraproducente (y sigo insistiendo que debería existir la palabra contraproductivo).

Y ya se me olvidó el fin de escribir esto tan directamente. Será porque son realmente Tonterías post menstruales, o será que estoy atorada y necesito ser escuchada. O será que echo demasiado de menos estar calentita con alguien que se ría de mis tonterías sin encontrarme loca. Será que en el fondo del abismo estoy muy contenta, estoy feliz de que las cosas se me presenten iluminadas y casi con carteles, que la vida se manifieste ante mis ojos y me guíe sin necesidad de que pase por el proceso de búsqueda autodestructiva que he ido implementando a lo largo de este año. Porque claro, jamás se me había ocurrido seguir el camino que estoy siguiendo, y si no es porque alguien me dijo "lo que tu quieres no es comunicar, es expresar" tal vez nunca me habría dado cuenta hasta dónde tenía los pies hundidos en la mierda periodística.

Eso sería todo por hoy.