13.1.08

encarnaciones

Estaba dormido. Felizmente dormido, sin soñar nada. Con la mente tranquila, sin desesperaciones ni complicaciones, no con el pensamiento en blanco pero lo suficientemente quieto como para domarme el alma. Se debía, yo creo, posiblemente al actual reposo de mi cabeza sobre su pecho. Hermoso, oloroso y palpitante pecho. La perfección si me dejas, el lugar más cómodo para mi sien, el manjar sedicioso de mi locura.
Dormía sobre su respiración esa noche, feliz porque es el lugar desde donde mis pasiones se consideran oriundas. Estaba tranquilo, completo. Pero no fue hasta que su respiración se aceleró levemente que supe cómo despertar para una catástrofe.
Abrí los ojos, ella me miraba tiernamente, sin reproches, como comprendiendo todas mis alegorías. Me acaricio la mejilla, el cuello y me preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Una extraña pregunta si me preguntas, más que nada con una respuesta lo suficientemente gráfica como para ahogar toda duda. Pero cuando algo es tan obvio, se escapa a nuestra vista a veces. Y su mirada, tan despierta, logró sacudir mi conciencia a tal punto de tener que erguirme para escapar de la comodidad de sus pechos y poder así mirarla más directamente y luego tajante lanzar mi última confesión: "Te podría haber amado, para siempre. Te hubiera dado la felicidad que mereces, las canciones, los perfumes, los acordes perfectos, siempre." A lo que ella, dulcemente respondío: "Lo sé y lo siento tanto, pero no puedo recibirte más, será mejor que ahora te despiertes".
Abrí mis ojos y mi abrazo era la almohada. El choque profundo vino cuando a mi lado otro cuerpo, otro éxtasis, yacía acomodado en mis hombros; quejumbrosa de las locuras nocturnas, exahusta de las desviaciones a las que la había guiado.
Una pequeña desilución, pensar dormir con quién se desea y luego despertar con la satisfacción momentánea.
Al menos con aquella conversación en quién sabe qué mundo o dimensión, sirvió para demostrarle/me, que la amaré por siempre, secretamente, furtivamente, aún cuando los amantes mueran sobre mi cama, cuando llega la madrugada.

9.1.08

Puedo ser cruel, cariño.



"Writers! Writers! Where are you in this fucking town? When you gonna stand up and stop sucking the cock of the infested corporate clone? Are you going to find it in you to seize the power?"

Jamon y manjar nuez

- No me vas a creer lo que te voy a contar...
- No.

8.1.08

Real

nota del autor: existe. en alguna parte de mi garganta. y me lamento profundamente con los afectados (oh dios mío, esto es un plagio) pero no puedo dejar de transmitirlo. si tienes la maño cerrada como un puño, prueba ahora a abrirla, y desde tus dedos correrá tu sangre, por el brazo, hasta el piso. Esa es tu historia, en el momento preciso en el que se encuentra con la mía. Lo siento tanto, pero hay que hablar con la verdad mentirosa, ahora mismo.

Señala algo en mi espalda, detrás de mi. Y abre los ojos grandes, como si una figura se irguiera por sobre mi cien. Sonríe furtivamente y se atraganta de aire, ¡Se atraganta de aire! La expresión le cambia desde melancólica a sonriente, siempre fija en el horizonte por sobre mi hombro.
Te acuerdas esa vez, cuando era luna menguante y yo miraba el reloj que está en la esquina?
Por supuesto que no me acuerdo. No me acuerdo porque no estaba contigo! Solo sé que hiciste mucho ruido cuando llegaste, y que tu ebriedad rebotaba en el piso del living y en el florero que rompiste al entrar al departamento. Sé que ese día fue especial porque llegaste cantando, y pensabas que no te escucharía, que estaría ya durmiendo y que la final no tendría ninguna importancia si los girasoles estaban en el piso o rodeados de agua.
Pero más que nada, mi querida oscuridad, me acuerdo perfectamente de ese día, porque en el momento en el que llegaste, yo yacía sin ropa en mi cama. Sin ropa y acompañada, si, acompañada por él. Y cuando llegaste el ruido nos despertó, y él, medio sonámbulo me agarró de la cintura y me dijo por primera vez que me amaba. Y yo, que no sabía bien como responder a esos gestos, a esas declaraciones, preferí hacerme la dormida, pero respiré más profundo, así como suspirando y el supo de mi vigilia como supo después de mi aborto, como supe yo después de que el reloj te cantó canciones de cuna esa noche, mientras vomitabas en el balcón.
Pero pensar en esas cosas, como en dónde estabas mientras él me trastornaba por dentro o en si tal vez justo cuando te reías por las flores volando hacia el piso el me decía "te amo", no tiene ningún sentido.
Asi nos fuimos muriendo y yo lo fui obviando. Hasta que decidiste recordarlo anoche y todo volvío a mi cabeza.
Si, fue muy real. Ella me dijo una frase, y toda la noche volvió a mi cabeza, como aquellos momentos en que ambas evitábamos pensar en lo infelices o felices que podíamos llegar a ser con un solo lugar de la luna en el universo. Y yo ahora, que lo borro de mi cabeza cada vez que se transoforma en palabras y (por consiguiente) en imágenes casi holográmicas, no logro dejar de pensar en que quiero lo mismo, lejos de ella, lejos de nosotras, lejos del amor que luego nos tuvimos y que se fue cuando al mes seguiente la luna volvió a su lugar. Y yo me quedé esperando, pero nadie vino.
Al final de todo, aún cuando tratamos de no recordar, todo sigue siendo tan real, después de tanto tiempo, tan, pero tan real.