24.12.07

Holy Shit

Bueno, siendo que mañana es noche buena, mi viejito pascuero personal, alias Edu, me regaló las siguientes maravillas. Nadie las valorará como nosotros; muy pocos, o ninguno, comprendrán qué es lo que están a punto de leer. Al fin y al cabo, es solo una hiperventilación más, de esas de las que mi harem siempre se burla.

Space Dog

So sure
those girls now are in the Navy
those bombs our friends
can't even hurt you now
and hold those tears cause they're still on your side
don't hear the dogs barking
don't say you know
we've gone Andromeda
stood with those girls
before the hair in pairs
it just got nasty
and now those girls are gone



Talula
sugar
sweet love
softly
say goodbye now my baby gotta go
Maybe I'm a happy girl (gun)
Maybe I'm a horny girl (honeydew)
Maybe it's a bad job (about her/ a bad day)
Maybe it's what you are
We are slaves
in here
soft as
children

Tear in your hand

I ain't used

to cumming

You still

sometimes move me

Spark

between cotton balls and xylophones
Ah, I'mt getting older. Took it up yo tou.


18.12.07

girl anachronism.

Aprovechando que tengo el tiempo preciso para escapar después de tirar la piedra, hago confesiones tardías, encontradas en un diario de vida de hace tiempo, pero que tal vez (el karma mi amor)puedan ser pertinentes en días como hoy. Aprovechando que los lugares de emigración siguen siendo los mismos, tomando de la mano lo asquerosa que puedo llegar a ser para los poemas, me refugio en la ebriedad en la que escribí los siguientes versos. Luego, para la guinda de la torta, una canción que puede ser autodedicada, que puede ser dedicada, o que simplemente puede existir solo para rellenar lo negro y contrastante que es a veces este blog.

[Comillas]

I. ¿Y no te gusto
como
una gran parábola?

II. Ahora es cuando le damos un buen uso
es como el cuaderno que sirve solo para esto.
para...poesía?
Pero esto ni poema ni antipoema
solo la rabia, la envidia
el jugo, la bilis sexual
el conjuro universal que nos atrae
a los brazos de alguien que no sabemos.

Armemos un puzzle, mi putita
que lo hacemos mientras
atardece.

De todas maneras
el pisco
ni el vodka
las faltas de aliento en estas noches
y el homosexual del balcón
penando como tú
como la incógnita necesaria.

III. Tratar de partir esto hablando como ella, no como el mí que me atormenta, se consideraría, sin lugar a dudas, como una verguenza de parte de mi futura descendencia.
Ya, y?

IV. Ella canta con ella porque todas las otras agotaron a sus seguidoras.
Las mujeres del dibujo en las cartas de alguna vez, cantan y susurran al oído de mis lápices, que las traiciones pueden ser imposibles en lugares como este.
Descubrimos, mientras tanto, que todos mis versos son iguales y que tú no sabías, pero que sí la obsesión con las guitarras populares de las mujeres hediondas que nos obsesionan contigo.
Y lloramos por dentro, todo el tiempo, mientras ella nos convence de que hoy hay que fumárselo todo. Y hacer pipí.

V.



1, 2
1, 2, 3, 4

You can tell
From the scars on my arms
And the cracks on my hips [one version]
And the stains on my skirt [another version]
And the dents in my car
And the blisters on my lips
That I'm not the carefullest of girls

You can tell
From the glass on the floor
And the strings that're breaking
And I keep on breaking more
And it looks like I am shaking
But it's just the temperature
And then again
If it were any colder I could disengage
If I were any older I could act my age
But I don't think that you'd believe me
It's
Not
The
Way
I'm
Meant
To
Be
It's just the way the operation made me

And you can tell
From the state of my room
That they let me out too soon
And the pills that I ate
Came a couple years too late
And I've got some issues to work through
There I go again
Pretending to be you
Make-believing
That I have a soul beneath the surface
Trying to convince you
It was accidentally on purpose

I am not so serious
This passion is a plagiarism
I might join your century
But only on a rare occasion
I was taken out
Before the labor pains set in and now
Behold the world's worst accident
I am the girl anachronism

And you can tell
By the red in my eyes
And the bruises on my thighs
And the knots in my hair
And the bathtub full of flies
That I'm not right now at all
There I go again
Pretending that I'll fall
Don't call the doctors
Cause they've seen it all before
They'll say just
Let
Her
Crash
And
Burn
She'll learn
The attention just encourages her

And you can tell
From the full-body cast
That you're sorry that you asked
Though you did everything you could
(like any decent person would)
But I might be catching so don't touch
You'll start believing you're immune to gravity and stuff
Don't get me wet
Because the bandages will all come off

And you can tell
From the smoke at the stake
That the current state is critical
Well it is the little things, for instance...
In the time it takes to break it she can make up ten excuses...
Please excuse her for the day, its just the way the medication makes her...

I don't necessarily believe there is a cure for this
So I might join your century but only as a doubtful guest
I was too precarious removed as a caesarian
Behold the worlds worst accident
I AM THE GIRL ANACHRONISM [x5]
I'm the girl... [x3]
I AM THE GIRL ANACHRONISM

17.12.07

Sueño Profético

Me desperté porque escuché un ruido. Eran las dos de la mañana según el reloj de mi celular, la puerta de mi pieza estaba abierta, la casa vacía. No sabía si el sonido había sido de un sueño o de la cocina, así que me quedé quieta en la cama, casi sin respirar para poder escuchar mejor.
Luego de lo que me pareció el sonido de unos pasos, sentí que me miraban desde el marco de la puerta, por lo que me senté en la cama para ver quién era. Con el costado apoyado en la pared, un ángel me miraba fijo mientras mascaba un tomate que al parecer había sacado de mi cocina. El jugo le chorreaba por el brazo pero parecía no molestarle. Mientras masticaba me miraba; yo sorprendida, me mantenía en silencio. Cuando terminó de comer, se incorporó y me dijo: “Al final, todos vamos al paraíso”.

3.12.07

diamantes liquidos

La situación siempre es parecida. Los textos y las metáforas al final se inclinarán hacia los mismo objetivos, las ideas (amorfas, etéreas) culminarán en la misma clonación de situaciones. ¿Por qué? Bueno, porque a todos nos pasa lo mismo...creo.
Esta vez hablo de una niña de ojos azules que no soy yo. Claro está que siendo yo la voz que usted lee y que le cuenta la historia, la aseveración anterior se hace difícil de creer. Pero hágalo, esta vez mi omnisciencia es sincera.
Se cruza de piernas, enciende un cigarro. Sabe perfectamente que él está a su lado, que la mira a veces. Pero su actuar, cauteloso y prefabricado, le impide responderle directamente lo que este le habla; de hacerlo tendría que mirarlo a los ojos, y eso es demasiado pedir, sobre todo después de lo que pasó ese fin de semana.
La noche sigue, chistes, canciones, comida, copete, risas, pelambres; ella no manifiesta más que una sonrisa de vez en cuando. Nisiquiera opina sobre los temas. Está ahí, pendiente de lo que él hace o habla, pero nadie lo nota porque ella parece no estar presente.
Normalmente reiría, hablaría sobre los temas que el resto considera "nerd", tomaría más y se preocuparía mucho menos de si su falda cubre o no cubre aquél elemento incógnito que más vale mantener en secreto. Pero no, él le gusta y por lo tanto debe de empaquetarse, parecer más misteriosa, no ser tan evidente. Pero , ¿qué más evidente que besarlo a escondidas mientras todos bailan? Y eso, señor lector, ya sucedió ¡si! la noche anterior. Ahora estamos en un evento posterior al gran clímax de esta dupla.
Me dicen aca que estoy siendo un poco injusta. Pero bueno, esto es lo que se ve, tampoco es que me pueda meter en su cabeza, no? De todas formas prefiere contarles ella, asi que yo me voy.

No es que yo me quiera empaquetar, no es que lo haga al propio. Pero es que no puedo ser natural a su lado. Y el se ríe y me mira y me hace preguntas, pero es que si lo miro directo a los ojos después se da cuenta de que me gusta, se va a asustar y se irá, de nuevo. Además, no te parezco más sexy así, callada? Si doblo un poco la pierna, me mira, cierto? Supongo que a los hombres les gusta más así, un poco más como ella, tan sexy al hablar (cuando lo hace, claro) y ese tono de voz bajito y como pone su pelo detrás de la oreja. ¡Es que estoy intentando ser más como ella! Porque está con quién quiere y no se preocupa y baila lindo. Calculando, debe de ser porque ella es más misteriosa que yo.

Bueno, si, eso es lo que piensa ella pero no alcanza realmente a armarlo en su cabeza. Actúa así un poco por instinto, pero yo la he estado observando toda la noche y sé que su actuar es directamente proporcional con las veces que la mano de él se topa con la suya al dejar las cenizas. Si, es eso (Notaron que volví, no?).
En realidad no es tan terrible la situación. Lo que yo considero realmente atroz, es que ella le quiere dar un beso. Llega incluso a angustiarse porque al frente de todos no se dará, tiene que ser muy planeado todo para que el momento justo aparezca como mágicamente y poder inhunadarse de nuevo del perfume de su desodorante (ese que lleva todo aspirante a macho alfa). Pero se le ocurre que a lo mejor si le da una señal, se pueden ir a algun lugar de la casa, solos. Asi que toma su cartera y se va al baño. Aprovecha de usarlo y después lo espera afuera. Pasa el rato. No viene. Se demora diez minutos en rendirse, luego vuelve a su lugar, al lado del cenicero y del amigonotanamigoquequiereagarrarseloantesposible. Por otra parte, él también quiere darle un beso. Llega incluso a angustiarse porque al frente de todos no se dará, tiene que ser muy planeado todo para que el momento justo aparezca como mágicamente y poder inhundarse de nuevo del perfume de su desodorante (ese que lleva toda mujer que no quiere manchar su ropa negra). Pero se le ocurre que a lo mejor si le da una señal, se pueden ir a algun lugar de la casa, solos. Asi que toma su billetera y se va al baño. Aprovecha de usarlo y después lo espera afuera. Pasa el rato. No viene. Se demora diez minutos en rendirse, luego vuelve a su lugar, al lado del cenicero y de la amiganotanamigaquequiereagarrarseloantesposible.
Él no entiende. Si ella es tan bacán, por qué actúa así? Estará enojada? cansada? angustiada? Será que no le importa.
Al final los dos terminan casi como empezaron, con la diferencia que las expectativas ahora se han transformado en angustias. Ella que no puede desempaquetarse, él que no sabe leer. La comunicación, al fin y al cabo, es parte de los factores que hacen de esta historia algo trágico.

(Pronto sabrán cuál fue mi error.)

27.11.07

tan lindos, tan lindos.

Me tomó la mano muy inesperadamente. Caminó empujándome y nos encerró dentro de la sala de edición del segundo subterráneo. Prendió la luz, me miró fijo, me agarró de los brazos apretandolos fuertemente con sus manos y con cara de súplica me dijo:
"Fuguémonos, vámonos juntos. Yo te llevo a donde quieras. Vámonos de aqui, ahora."

Yo con mi vida planeada, mi familia, mis amigos, mi carrera, mis comodidades, con todas las proyecciones armadas y las cosas funcionando, no pude decirle que no.

¿Cómo no seguir hasta el fin del mundo a esos ojos verdes? ¿Qué hago si después no los veo nunca más?
Ah no, si el mundo es mundo, y tus ojos siguen siendo verdes, yo te sigo negro, hasta que se me atragante el alquitran en los pulmones.

23.11.07

público

Al principio fue porque ella se había cansado de involucrarse tanto. Sus relaciones siempre terminaban absorbiéndola, no necesariamente en proporción directa con lo que sentía por su pareja, sino que por el compromiso. Estar con alguien implicaba para ella cierta preocupación constante por el bienestar ajeno y a la larga se tornaba todo más extenuante que placentero, sea con quién fuese.
Un amigo le sugirió una día que mejor se relajara. Le prestó todas las películas que había coleccionado para que comenzara su nueva terapia de "estaré sola por un tiempo" y diera inicio al tratamiento. Fue así como llegó a ver, claro está que por asociación al momento, "Una relación particular". Y de ahí sacó la idea: Sexo Casual. Ese era el camino.
Encontrar un amante no le costó mucho en todo caso. Analizando a algunos de sus compañeros de trabajo, amigos de la vida, conocidos y demases, se acordó del tipo del 7mo piso. Un personaje intrigante, con el cuál no había hecho más que intercambiar un "hola" cada vez que se topaban en el ascensor de la oficina donde trabajaba. Un completo desconocido que tenía justo lo que se pedía: un cuerazo, poco diálogo y, al menos en el prejuicio mismo del asunto, disponibilidad para la idea.
Analizó entonces sus movimientos durante dos semanas. A qué hora llegaba, cuándo se iba, con quién se juntaba, etc. Como la mejor espía logró calcular el momento preciso para acercarse y hacer la propuesta.
Aún cuando ella salía del trabajo a las seis, se quedó ese día jueves hasta las 9, sólo para poder toparse en el ascensor con él y poder hablarle. En realidad fue muy fácil. Una falda corta para facilitar el acceso, tacos altos para estilizar las piernas y en general un aspecto desaliñado, que reflejara horas de trabajo y necesidad de relajación. Le conversó un rato en el ascensor, le propuso un happy hour y luego se lo llevó a un motel.
Todo funcionaba perfecto, el plan no tenía falencias. Pasaron así tres meses, en los que cada jueves realizaban una fantasía nueva. Desde hacer un striptease de 7 minutos con la canción "So tonight I might see" de Mazzy Star, hasta disfrazarse de colegiales. Todo era posible, tenían la relación perfecta, ajustándose al género, obviamente.
Por lo mismo, la complicación no se vio venir claramente. Para ella las cosas seguían su rumbo perfectamente, sexo divertido, complicidad al compartir un secreto y satisfacción al máximo. Además, el no compartía mucho las cosas que sentía con respecto a la relación; de hecho, nunca hablaron si estaban en algo o si podían o no estar con otras personas. Eran y con eso bastaba.
El primer síntoma fue bastante claro, pero ella no lo alcanzó a ver. Se encontraron un día martes en el ascensor, a la hora de almuerzo. De a poco fueron quedando solos y él en vez de bajarse en el séptimo piso, la acompañó hasta el décimo, donde estaba su oficina. A penas se bajó la última persona en el noveno, y sin decir palabra alguna, comenzó a besarle el cuello. Pensando que era parte de un juego, ella se dejó. Llegó a destino y nuevamente en silencio, se despidieron con la mirada.
Comenzaron de a poco a hacerse visitas sorpresa, a encontrarse en las escaleras de emergencia, a simular quedar encerrados en el ascensor, trabajar horas extras, a veces ella, otras él. Y pasaron de ser los jueves, a ser también los viernes y los sábados.
Pero ella seguía sin darse cuenta.
Hasta que un día cambió todo, para siempre. En una especie de fiesta que realizó su empresa a modo de despedida de uno de los empleados, se apareció él de improviso. Ella con un trago en la mano, no le dio mayor importancia. Supuso que a lo mejor había sido invitado por algún colega, que venía a buscar algo olvidado o que incluso podía haberse ilusionado con algo rápido en el baño y que no sabía de la fiesta.
Por lo que fue una sopresa absoluta cuando él, cruzando el lugar con paso decisivo, se acercó a ella, la tomó de la cintura y le dio un beso.
Y todos vieron como se besaban, y guardaron silencio.

17.11.07

epifanía post trauma

Entonces estaba yo frente al espejo, lavándome los dientes. Pensaba en que me había quedado sin palabras. Que tantas de sus expresiones juntas, por tantos minutos consecutivos, con alcohol, sin alcohol, música o lo que sea, me habían robado las expresiones de la boca. Tori entonces tocó la puerta del baño y me dijo: pero hey, por qué no mejor tomas esto y se lo entregas.

¿Qué? ¿Tú estás loca?

Se sentó entonces en una esquina de mi cama y esperó a que me acostara y analizara bien la posibilidad de realmente dedicarle esta canción.

Si quieres no se la dediques, sólo pon el video en tu blog.

Asi que me puse a disvariar por youtube buscando una bonita interpretación de las famosas palabras. Fue entonces cuando llegué a un video grabado con un celular del concierto en Atlanta (al cuál yo debería haber asistido, después de una copa de vino con Sue)donde interpreta la canción con su pelo verdadero...¡Esta canción quiere algo de mi!
Pero finalmente le dije que mejor que no, tori, sabes, em, "You're just a pussy, my sweet boy". Entonces me dijo a continuación, justo después de cooling (con todo el ánimo de convencerme, creo yo): "got a bowling ball in my stomach, got a desert in my mouth, figure that my courage would choose to sell out now".
Asi que bueno tori, al cabo que ni quería pero ahí la tienes, y buenas noches.

15.11.07

Querida Hermana

Si, este no es un texto para decifrar ni mucho menos. La intención de subir este video, es nada más que se rían tanto como lo hago yo cada vez que lo veo. Desed que lo descubrí lo he visto tres veces y me da demasiada risa.
Es un Digital Short de SNL, cuando tuvieron de invitado a Shia Lebeouf, que sale demasiado mino.
Eso, enjoy.
(ya me río de pensar en que lo voy a ver de nuevo)
(obviamente te acabo de hacer la media expectativa y no te reíras. Lo siento, a veces tengo esa maña).

14.11.07

Recibe una llamada telefónica.
No.
Se sienta a escribir.
Menos.
Entonces mejor simplemente se saca los zapatos.
Ya, por ahí vamos.
Luego los calcetines. Que alivio, no?
Que lata escribir esto.
Pero lo necesitas.
Si, lo necesito.
¿Por qué?
No lo sé.
Ya, los calcetines. Mientras suena el teléfono. Ya sabe quién es, no quiere contestar. La grabadora comienza su función:
"Necesito un préstamo, por favor. Un gran préstamo de la zona femenina. Sé que lo he estado escondiendo muy bien, pero le suplico, haga mis lunes un poco más azules."
Después de escuchar la voz, que reptidas veces le pide que porfavor, le saque a esa bella de la planta de los pies, decide mejor sacar al conejo de su jaula. Salta y rebota por la pieza, mientras ella observa sus zapatos, precioso, escondidos detrás del televisor.
¡Cállense!

1.11.07

en el cemento

Estaba sentada bajo el toldo negro, de la noche oscura, entre gente que corría ebria por los pastizales inexistentes del lugar. El alcohol ya había fluido lo suficiente, por lo que, no gracias, ya estoy bien. En resumidas cuentas, estaba sólo sentada, con mi vestido de novia, mientras miraba a la gente hacer cosas de fiestas y celebración.
Estaba sola, pero por opción propia. Había ya tomado todo el vino que se permite para mantener la compostura vestida de blanco, además de ser absolutamente necesaria para esconder perfectamente el pantalon que tenía debajo del traje. Si, lo sé, es un tanto cursi, pero tenía que mantenerme firme dentro de todo, de alguna forma tenía que demostrar que estaba haciendo esto, casarme, por amor y no porque fuera realmente un deseo imperante. La cosa es que mi familia no podía notarlo. El pantalón, claro.
La cosa se puso muy rara cuando una amiga, la del pelo rosado, me vino a avisar que debería ya ir andando a la luna de miel, que o si no el alcohol se apoderaría de nuestros sentidos en cualquier minuto , y perderíamos todos los aviones.
Entonces, bueno ya, vámonos de aqui, larguémonos lo antes posible, odio los matrimonios.
El lugar era bastante grande, no lo había notado en realidad, porque nunca me di el tiempo de explorarlo. Sólo directo al vino, si señor. De todas maneras, estar completamente alienada durante toda la fiesta no me fue muy útil al final, cuando tuve que recorrer todos los salones buscando.
Llegué entonces a una habitación que tenía mesas altas, de esas como de café del centro. Hartas, pero vacías. Sólo en una estaban 3 mujeres sentadas, ebrias y exahustas. Me acerqué al grupo, muy calmada (estas cosas ya no me sulfuran) y miré a la Ana y le dije: Mi amor, nos tenemos que ir a la luna de miel, vamos a perder el vuelo. Y ella, tan linda en su vestido de novia me dijo: Isi no puedo caminar, llévame tú.
Asi que la tome en brazos, pero no tanto. Dejé que se enrrollara en mi tronco, con sus piernas alrededor de mi cintura y sus brazos en mi cuello. Me la llevé y ahí ya no me acuerdo más, hasta el día siguiente.
Desperté y era todo amarillo, y sentía su calor a mi lado. Me giré para saludarla, buenos días...
En su lugar, un gato respiraba su aire, perfectamente calientito.
Le hice cariño. Ronroneó.

Dos hamburguesas por un orgasmo

Levanto la vista porque ya no puedo más. Frente a mi, sus ojos se posicionan directo hacia los míos y repiten, sagradamente: "lo sé".
Esa comprensión innata en sus ojos me provocan náuseas. Ganas de llorar, de gritarle en el oído que no basta, ¡no!, no basta que me grites y me denigres; no basta que me digas que no soy suficiente.
Pero, ¿no debía ella mostrarme la primavera?
Ah claro, así como todos, siempre y en cada caso individual: te conocía tan bien! En aquel momento, sabía perfectamente, creí, si, lo sé, mi maldita e incontrolable fe y esa asquerosa frase típica: "te puede sorprender".
Entonces, volviendo a lo nuestro, me mira. Yo, acorralada sin salida, pensando que cada puerta, cada camino a la larga me llevaba al punto de partida, lo miro de vuelta. En algún momento de verdad pienso que no soy tan foxy como cree mi hermana. Pero finalmente vuelvo a su mirada y el me comprende. Me hace entender que sí, que en el fondo sabe de qué estoy hablando, pero que no es el momento, que justo ahora, cuando estamos todos ebrios, en el lugar donde siempre llegamos cuando estamos así, no es cuándo para ponerse a reclamar po un clítoris hiperventilado.
Finalmente decido callar. Dejar que las voces hagan eco en mis costillas y que los doloroso intentos por caminar descalza en el cemento ajeno, si bien aparentemente infructíferos, logren generar la fibra necesaria para poder desestancarme.
¡Esto no es ficción señores! Esto es tal cual, estas son mis letras, ¡si!, directamente desde el refugio mentiroso del asesinato que llevo años escondiendo debajo de mis ropajes. Y no me importa que no entiendas, ¿qué? ¡No me importa que no entiendas! Que tu vida sea un infierno mi querido molar, que las canciones se te acumulen en las cavidades olorosas de tu aura y que finalmente, cuando esté todo dicho, mires la noche y digas: si, tal vez me quivoqué con rosarle el minibar, a lo mejor sólo debí besarle la pantorilla cuando estaba dormida.
Y a mi que me importa, si al final de todo, voy a tener unos ojos fijos, presentes en mi andar, que si bien no pueden darme aquello que realmente necesito, al menos pueden otorgarme la comprensión que en los abrazos del resto no soy capaz de encontrar.

c.e.p: Y bueno, creo que terminé de desahogar lo que me acongojaba, pero al final, cuando uno lee finalmente lo que acaba de escribir, suena todo tan patético como decir feliz cumpleaños. Así que mejor chao chao, que más vale retirarse justo antes del precipio, cuando el cadáver aún no ha sido descubierto y las ilusiones están puestas en otros paisajes.
La intención misma de escribir una especie de post scriptum era explicitar un poco lo anteriorimente relatado, pero no puedo. Asi que si no entendió, me la chupa, yo feliz. Y si entendió, bien por usted. Yo, me voy.

26.10.07

pucha cai

r. dice: Cacha que en mi hay un congreso.
i. dice: ¿qué?

(¿un congreso completo? así, políticos y suches, discutiendo sobre la verdad de tu propia existencia. "este aspecto está mal definido, necesitamos más planes y un comité específico para que lo resuelva". Entonces en un área estan los que no saben si volver o seguir caminando. A veces prefieren la vida fácil y por lo tanto te impulsan a seguir cierto sendero; la mayoría del tiempo, en todo caso, predominan los que te impulsas a besarlo cada vez que se pasa por tu casa. Eso por un lado. Luego en otro lado están las culpas. No haber podido hablarle a tal gurú en aquella ocasión que hubiera sido predilecta para los recuerdos en algún momento de senilidad en un futuro muy, muy lejano. Pero están, estos remordimientos, no como una palabra larga, R E M O R D I M I E N T O, sino que como un grupo de políticos sentados con un micrófono discutiendo sobre quién sabe cuál de todos los malditos aspectos de tu vida por los cuáles te sientes culpable. Ahora, lo que más me interesa es saber dónde está ubicado. ¿Si tienes un congreso, dónde está? A lo mejor en tu cabeza. Una mesa con unos diez gnomos vestidos de terno, unos más locos que otros, enojándose y a veces gritándose para poder ser escuchados; algo así como tu modus operandi en muchas mini tú. Pero ok, no me pareces el tipo de persona que pueda realmente tener un congreso. Si yo tuviera uno, sería en las costillas. Pero la verdad es que no soy lo suficientemente pausada como para tener un congreso y resolver las cosas de esa manera. Bueno, ahora que lo pienso, tú tampoco. Las cosas nos serían más simples (o semplici) si tuviéramos la capacidad de la introspección. Tienes un congreso, un congreso completo, en ti. Que emoción.)

i. dice: ¿en ti?
r. dice: jaja, no, en mi u, me equivoqué al escribir.

23.10.07

¿te sentirías mejor?

Queda vodka, pisco y chela, ¿qué te tinca?

Chela.

(entonces nos dirigimos hacia el refrigerador. el se apoya en la puerta de la cocina)

Chuta, no queda chela. Yo pensé que quedaba, pero no. No quieres vodka?

No.

¿Y un beso con sabor a cerveza?

21.10.07

quemaduras

- Repite como empieza, para que la gente lo pueda leer.
- Ya. Ella se tira a la piscina de su casa. Algo típico, en un patio con pasto perfecto, al atardecer. Siente algo extraño, pero no tiene sentido. El agua está limpia, el cielo claro, en fin, todo normal. Se pone a nadar sin sumergir la cabeza. De allá para aca, un largo rato. Hasta que por fin le llega el impulso y se sumerge. Pero derechito hacia abajo, dejando que el agua la envuelva.
- Ya, ¿y?
- Bueno, la cosa es que estando ya sumergida, abre los ojos y se encuentra con un cadáver. Verde, putrefacto y con los ojos abiertos, fulminantes hacia ella. Con el impacto vuelve a subir y comienza a nadar hacia la orilla. Una vez afuera mira hacia la piscina...esta vacía.
- Creo que eso ya existe.
- ¿En serio?
- Si, creo que vi una película parecida, muy parecida.
- Bueno entonces no sigo.
- Puta weona eris una lata. Sigue no más.
- ¿Cómo que una lata?
- Termina tu cagá de historia.
- No filo, ya existe asi que pico.
- ¿Por qué el miedo?
- No me gusta esto. ¿Qué quiere decir eso?
- Nada po, por qué le tienes tanto miedo a la repetición?
- No me gusta hostigar, ni sobrar, ni copiar...las malditas reverberancias.
- Pero si yo no te hubiera dicho, no tendrías miedo.
- Bueno si mi abuela no estuviera muerta, estaría viva.
- Ya, y eso, ¿qué quiere decir?
- Es como un dicho de mi vieja, filo.
- ¿Te queda ketchup?
- Si.
- Ya, y ¿en que termina tu historia?
- No lo sé, se vuelve loca la mina supongo. Pico con la historia, ya dejó de existir.
- Y qué pasa si sobras? ¿Se termina el mundo?
- No, pero sufro. Y ya no quiero sufrir más.
- Tay cagá entonces, te queda por sufrir.
- No si puedo evitarlo.
- Y qué vas a hacer, ¿vivir encerrada?
- No, pero cautelosa.
- Weona mentirosa, eris lo menos cauteloso que conozco. Además, así no eres tú. Tendrías que ser otra persona o que se yo y creo que eso es peor, o no? Dejar de ser tú con tal de no sufrir...como el pico.
- Pero tu cachay que va más allá de esta historia.
- Si, pero, ¿qué tanto?
- Los sueños, ese es mi problema. Ayer tuve un sueño erótico.
- Eh...ya, y?
- Ya po weona, qué onda? La media volá! Se me está impregnando.
- ¿Qué tiene?
- Voy a terminar sufriendo, estoy segura.
- Pero te gusta, o no?

Si, obvio que si. Pero es que mi historia tiene que dejar mi cabeza. Si sigue aquí, pegada en olores, después yo misma no me voy a poder distanciar. Y qué pasa si no es como yo creo que es? Qué pasa si es por algo, por olvidar a otra, por pasar el rato.

- Mejor vamos por un helado. ¿Frutilla con pimienta?
- Ya, y mango con té verde. Este diálogo ya se fue a la mierda.

18.10.07

lo siento, no estoy lista.

fruta tropical

Miro al horizonte para imaginar un par de cosas. El sol, el reflejo en la ventana, el cansancio en mis párpados, el rojo en mis dedos.
Pienso en él un rato, le digo apodos en mi cabeza, paso mis yemas por su nuca, me apoyo en su hombro y disfruto su olor. Ahí, junto a su cuello, de abrir los ojos e inspirar, noto que su pelo es algodón; singular agridulce su tipo de manjar, a lo mejor la justa alquimia primaveral.
Súbito (sádico) su hombro se contorsiona y se transforma en un colchón, mi cuerpo lo traspasa seguro, dando el primer pie en otra dimensión. La frontera, su cuello, el pasadizo inexacto hacia lo paralelo, mi primer paso desde el oscuro rincón.

¿Entiendes? - Pregunta - Sí - Respuesta.

Una vez adentro, una mano se desliza silenciosa por mi vientre. Por atrás, un cuerpo se me pega y comienza a contornearse de un lado al otro, como al ritmo de un jazz. Sin seducir a seducción sigo el vaivén, mientras apoyo mi mano en su mano en mí. Y dejando caer mi cabeza hacia atrás, para justo en la curva baja de su cuello apoyarme, me doy cuenta de que no es él, sino ella, quién me había estado tocando.

Eres mi puta favorita.

Así desde aquella oscuridad vuelvo a traspasar el portal de su cuerpo tras el mío, cayendo de espaldas, la quiebro como vidrio insonoro, y con el golpe contra el piso vuelvo a mirar el horizonte, claro y matutino en la ventana; pero a mis espaldas esta vez sus ojos, algodones agridulces y a lo mejor un beso perdido entre los olores del amanecer.

12.10.07

mierda

"Estas son mis anotaciones en medio de la segunda prueba de Medios III, el día 10 de octubre del 2007. La primera vez que me sucedió esto, es decir, ir a una prueba y no saber nada de nada, fue para un control del literario, en 4to medio.

Si tengo lo poco que le he copiado a Chris (sentado ahora a mi izquiera, aquí en la primera fila) bueno, tengo un 2,5. Creo que es mejor que 0. Aunque tengo que reconocer que no esperaba que me sucediera esto. A lo mejor es porque mi mamá no me dio un beso de despedida o porque el alcohol mató mis neuronas (recién, la niña que pololea con el Pibe, entregó su prueba. Todos se rieron y ella se puso muy roja. Son las 12:05).

Estamos entonces en la crónica de un rojo anunciado. Tengo hambre. Ahora voy a tratar de copiar(...) No, la ayudante auxiliar (porque faltó "la pasión")me mira porque me reí al mirar a la paula. Nos vimos y supimos que no sabíamos, Bateson estaría orgulloso.

No puedo mirar a Chris ni de reojo. En una de esas aplico lo de la del pibe, así pago menos de estacionamiento.

Me molesta mi perfume, parece que me puse mucho. O a lo mejor tengo los sentidos tan alerta para copiar, que se me activó el olfato también. No sirve en todo caso, ¿qué voy a hacer, oler la respuesta correcta?

Bacán, Chris me preguntó si tenía la respuesta 2 sólo porque estoy escribiendo esto, eso quiere decir que me veo aplicada. Pero si Chris no sabe la respuesta...eso es malo. Aunque al menos la ayudante lo cachó hablándome y le pegó un "shh", lo cual sube mi autoestima: yo copio mejor. Un pensamiento: en la U, el cararajismo no tiene límites.

Un dato para acordarme y después contarle a la lety: cuando la ayudante dijo de qué trataba la pregunta número 2, el "punto G" asintió con la cabeza, Ja!

Sigo con hambre, son las 12:17.

Ok, ya. Creo que es hora de rendirse. La paula ya lo hizo a las 12:25. En una de esas le fue bien. Mejor me voy, es un jugo estar aquí. Además, el día está rico y ahora tengo 4 días para hacer nada.

Viva la comunidad. Yo, me voy (léase como Eric Cartman)."

10.10.07

de mi pluma

(...)

Pero como no estaba segura, recurrí a mrs.t, que me dedicó una improvisación, así como así, para explicarme mejor las cosas.



p.s: el embed lo anoté justo debajo de tu número de teléfono.

7.10.07

4:48

voy a dejar de escuchar esa canción, lo prometo. voy a intentar no tomar cerveza, no sentir ese olor. a lo mejor, en algún momento, intentaré incluso no pensar en las situaciones. si, eso voy a hacer, voy a dejar que la cosa siga, así, linda y preciosa, tal cual como debió ser siempre.

pero que mentira tú! ¿me puedes explicar que mierda estás tratando de decir?

no estoy tratando de decir nada. es que esto es lo que pasa con las palabras. digo la, digo do, dicen ellas que hay que hacer el amor en re menor, digo que todo es un fa sostenido. entonces, esto es lo que pasa. estoy sentada aqui, escuchando la misma canción por enésima vez (¿que quiere decir eso? ¿n?) escribiendo sólo por el goze que me da jugar con las palabras a estas horas de la madrugada.
entonces el juego es así:
niños, almohadas, camuflajes sonoros almendras que parecen almohadas avellanas letras, personas, viejos y ancianos, mi abuelita, nina, sus nueves hijos, el coro, el coro que no deja de cantar oh oh oh, la pulser azul, las magnificencias del reloj en el living, la máscara de la muerte roja, el azul, el negro, el verde y el naranjo, ese comic que hay que dibujar, mis uñas, cuadradas, revoltijas, empanadas y lagartijas nocturnas en la mitad del amanecer.
el recuerdo del tomás que se encontró con un dinosaurio en verano.
¿qué hace un dinosaurio aquí, en esta época?

4.10.07

¡Let's Go!

(esto que estoy imaginando, y que intenté escribir pero terminé borrando, algún día será audiovisual.)

Quiero decir algo...
Entonces hoy me contaron una trágica historia de amor. No tengo como reproducirla sin delatar a mi cuentacuentos. [A veces cuando me cuentan una historia y no sé que decir, recomiendo una canción, si es mucho, un cd]. Digamos entonces que la señorita V estaba enamorada de la señorita O (eso suena como a mrs. O). Pero O se fue, o mejor dicho, nunca estuvo. Porque mientras le prometía horizontes dorados a mi amiga V, no cortaba su relación con alguien a quién llamaremos Y. Un triángulo por donde lo miren. La cosa es que pobrecita V estaba muy enamorada. O e Y vivían juntas, o bueno, eran casi un matrimonio. Cuando V se enteró del engaño, se fue y nunca volvió, pero se quedó con toda la penita en el alma. Yo, que soy una sabia consejera, la recibí amablemente en mi regazo hoy. Le di mis consejos, una cerveza, una canción y un cd. Pero no pasaba nada, nunca encontré resignación en su mirar. Y ya la cosa me estaba un poco asustando, ya saben, una mujer despechada es peligrosa. Entonces, gracias a mi estrella y a que soy un grillo de la suerte, encontré, dentro de mis cajones, un cuento para hacerla feliz. Sé que será fome para algunos, que no podrán entender, pero de traducirlo le mataría el brillo. Finalmente nos embriagamos un poco y se fue. Me dio un abrazo sentido y se llevó mi copia del cuento, por lo que para mostrárselos a ustedes ahora he debido hacer un máximo esfuerzo de búsqueda online. Se lo llevó arrugadito entre los dedos de la mano izquierda, me fijé atentamente, y me besó suavemten los labios para agradecerme por la compañía. "No te preocupes tonta, que una vez le agradecí a alguien por su compañía y terminamos enredados en sábanas prohibidas. Terminar haciendo el amor tú y yo sería más que estúpido".

Por si les interesa, es un escrito de Neil Gaiman, sobre I'm not In love (malditos toriphilos).

I'M NOT IN LOVE

And then there was the time that one of them simply wouldn't return her calls to his office. So she called the number he did not know that she had, and she said to the woman who answered that this was so embarrassing but as he was no longer talking to her, could he be told that she was still waiting for the return of her lacy black underthings, which he had taken because, he said, they smelled of her, of both of them. Oh, and that reminded her, she said, as the woman on the other end of the phone said nothing, could they be laundered first, and then simply posted back to her. He has her address. And then, her business joyfully concluded, she forgets him utterly and forever, and she turns her attention to the next.

One day she won't love you too. It will break your heart.

3.10.07

1915

Lo mandó a llamar y le dijo:
- Usted, que pretende con la Nina?
- Bueno, eso es entre ella y yo.
- La Nina es una buena mujer. Más que eso. Pero a mi me importa un bledo qué es lo que usted pretenda con ella. Yo estoy aqui porque mi hijo está enamorado profundamente de ella. Porque es bella, de buena familia, inteligente y trabajadora. Si usted no la está tomando en serio, entonces déjela ya, que mi hijo le dará mejor futuro.
- Si ella quiere irse con su hijo, bueno entonces que lo haga, es problema de ella.
- No sea testarudo hombre! No es eso lo que le estoy diciendo. Sólo que usted ya tiene el título, cásese ya y deje a los hombres de este pueblo buscar otra pretendiente!

Otra vez, un hombre del pueblo me hizo llegar una carta. Era un poema. Y decía, "jamás olvidaré tus ojos, azules y profundos como el mar".

2.10.07

Entonces tomó la botella de vino y me alcanzó una copa.

1.10.07

Hola, ¿te puedo beber?

* Es que tu tienes una muy buena estrella. Si. Si. Mucha suerte mi amor, mucha suerte. Aqui me dicen que a pura intuición, a pura improvisación, todo te resulta. Chica, tu tienes que escuchar un poco. Fíjate que tus sueños, te dicen cosas. Tu puedes saber lo que va a pasar, te lo dicen los sueños. Escúchalos un poco más. *






Pero se le olvidó, y siguió cayendo en aquellas situaciones que sus sueños le advirtieron durante toda la semana.

24.9.07

no puedo leer a virginia woolf.

Puede que yo no crea en las mujeres. No, mi querido señor, yo no creo en nosotras. Ella por ejemplo, cruza la calle a las diez de la noche, semejante a un ángel caído. Tiene una mirada melancólica que se dirige hacia la nada. No está pensando específicamente, sólo está siendo increiblemente bella. Su pelo castaño oscuro, tomado en una cola, el movimiento justo de caderas al andar, la falta de sonrisa en su cara, todo hace que las comparaciones sean innecesarias. Ya en su casa, de vuelta de la caminata, se da el tiempo para recordarlo a él. Que me ama. Verdad, me ama. Al menos eso dice con sus nombres. Me ama todos los días. Si, hoy se lo voy a decir yo también; a lo mejor, esto que me sucede es amor. ¿No he yo de merecer todo esto?

Entonces pienso que a lo mejor no debería leer todas esas porquerías, porque no creo en lo que me estás diciendo. Y tú mismo no lo vas a entender porque tampoco entiendes lo que estoy tratando de decirte. Es un círculo vicioso y quiero sólo saber cómo es tu cara mientras me lees. ¿Estoy siendo lo suficientemente descriptiva?

Yo no creo en las mujeres. Caminan juntas las dos, por los patios de ese lugar al que vas al cine. Lentamente, paso a paso, se contornean bajo el sol, junto al prado, avanzando hacia la comida. Hacia la comida, ay si! Que ya se robaron los rulos de mi pelo una vez, y ahora no les queda más que dejarme un poco para mir propia satisfacción. Mejor te lo cuento así. Caminan ellas juntas, me ven, las veo. Y ella, dentro de su maléfico pestañear, sabe que puede manejarme como quiera. No a mi, a él. Hace lo que quiere, ay si! Que le pertenece, al igual que el otro que está escondido tras los matorrales. Entonces se contornea más si es necesario, es más dulce, más amarga, más indecisa, más cínica. Y no le importa, porque es bella bajo el sol, con su ama de llaves a la orden del día, y una receta de mentiras preciosas para cucharearle en la espalda a todo aquél que ella quiera enamorar. Entonces pasa cerca mío, y esbozan sus labios una sonrisa. Hola mujer, tanto tiempo! Cómo has estado? ¿Como va el amor? Yo aqui, sigo soltera. ¿Lo has visto? Bueno, mándale saludos míos.

No creo en las mujeres. Porque ella se las pasa pateando piedras. Porque es bella a veces, porque es bella siempre. No, porque sabe que es bella, para todos. Sabe que muchos le dicen cuán bella es. Pero no él. Para él, son todas lindas, todas especiales, menos ella. Un atractivo, un aura. Un no sé qué, Talca París y Londres, una chispa. El tiene una sonrisa escondida para todas, para cuando lo miran, para cuando lo ignoran, para cuando están siendo realmente aborrecibles. Él tiene un canto siempre para todas, menos para ella. ¿Dónde está mi chispa?


22.9.07

¡Ella no sabe cantar!! Ese es el problema, que ella no sabe cantar!! Y que tu intentaste aprenderte todas sus canciones mientras tanto! Qué quieres que te diga, que estoy sólo un poco resfriada de ti? o si, pequeño tú, saltamontes y wea. no espera, pero es que él, el otro digo, él dice que soy tan, pero tan, pero tan hacia el infinito. Yo y todos los roedores de por estos barrios. Digamos que en el fondo, es que ella no sabe nada de música. Viene y dice palabras, rimas, tonos, acordes y cosas, y con eso tu piensas que su hermana es santa. Lo piensas, lo crees, todo hasta que el encanto desaparece. Aqui, desde abajo, no sabes lo que éramos. Tan pequeños mi amor, tan chiquititos en la sombra del mandarino, de un árbol de mandarinas en el fondo del jardín. ¡ Y que digo fondo! ¡Si soy una mentira! ¡Y que digo fondo! Si en verdad me resfrié para poder culparte.
Entonces en esos momentos en los que recibo tu mensaje, tus olores, esos aromas, tus olores y conversaciones camufladas de sonrisas, es en esos instantes en los que creo que más vale retorcerse en los impases absurdos de una canción que no entenderás nunca, que estar mirando unas felicitaciones constantes y las bendiciones inteligibles de un pasado concreto. ¡Ese es el problema! Que ella no sabe cantar, y tú no sabes recibir.
Entonces, en lo pálido, aqui donde soy, donde estoy, en mi piel blanca, en mis venas, azulitas, transparentes; en mis venas que la paula también puede ver en su escote. Aquí, donde somos pálidas y no desabridas, es desde donde entonamos esta canción. ¡Que yo si sé cantar! Y mientras caigo, mientras sobrevuelo la picada, ellas planean conmigo, el ataque masivo a los mecanismos de defensa.

11.9.07

incendiarios y masoquistas

Estábamos por ahí, rodeados de campo y de viento, en esos hermosos lugares fuera de Santiago. La noche anterior, y siguiendo todos mis impulsos, le había robado un beso en la oscuridad. Lo típico fue que me respondió la acción y después, mucho rato después, cuando pensó que ya me había dormido, se puso a sollozar en silencio.
Al día siguiente, cuando logramos estar solos, fuimos al vació que había dejado una piscina años atrás, para instalarnos, él en el columpio occidado y reluciente, justo en el medio del jardín, y yo en el suelo, en el límite donde su balanceo alcanzaba el vuelo.
No teníamos mucho de que hablar. Había sido un error, como siempre. Habían sido mis impulsos, los llantos en mi hombro supuestamente dormido, aquella otra persona a la que estábamos hiriendo deliberadamente, la sabrosa culpa con olor a nosotros que ninguno de los dos quería admitir. Él empezó a mecerse lentamente, intentando rozar sus pies con mis rodillas.
Meses después me hechó la culpa a mí. Me dijo que me amaba, como nunca antes había amado a alguien, pero la mejor manera de tenerme, era lejos. Que el vacío, la soledad que mi compañía le producía, le eran insoportables, que la única manera de vivir, era sin mí. Y que nunca dudara de que me amaba...
Ese día de agosto, sentados en el sur, le regalé uno de mis tesoros. Le dije, Hey! pensé que los dos necesitaríamos un amigo a quien recurrir. Pero nada ha sido lo mismo y no es porque seas azul, sino que porque a veces te respiro, para saber que tú sabes. Porque a veces nadas en mí y luego encuentro tu escritura en mis paredes.

Esa noche el decidió besarme por cuenta propia.

Decidió, al final de todo, que yo era su manera de desilucionarse de la vida; que a través de mi, lo habían obligado a crecer.




(el tipo se olvidó quién yo era, asi que la canción es "nuevamente" mía.)

1.9.07

la llorona?

¡Para! ¡Así no es! Tienes que ponerle un ánimo distinto. Mira, cierra los ojos. Imagínate que estás tirada en el pasto…cualquier pasto, eso da lo mismo. El día está soleado y hay una pequeña brisa. Estás como ensimismada, pensando en cualquier cosa. Todo bien, el mejor momento de tu vida desde hace mucho. La calma, la paz, el vientecito. Ya, ahora empieza a llover. Si, te da susto al principio porque no esperabas mojarte ese día. Pero echada en el pasto, con toda la calma que habías logrado con el sol, la lluvia no te inmuta. La ignoras, comienzas a ver la belleza de las gotas en tu cuerpo, sientes como las nubes te protegen. Logras disfrutar de la lluvia como si fuera el sol. Ya, ahora la lluvia se transforma en granizo. Por más calmada que estás, esta interrupción es dolorosa. No puedes evitarlo, primero te asustas y tratas de mantenerte acostada hacia el cielo, pero luego la constancia del golpe en tu cara, en tus muslos, en tus brazos…¡Te tienes que parar! ¡Luchas un poco para soportar el dolor y la incomodidad, pero no puedes! ¡Necesitas salir corriendo! ¡Ahora! ¡Luces…!

-“no se trata de que este loca, se trata de que tu no quieres ver la verdad. No estamos aquí como condenadas, tú me hablaste, yo te hable, las dos aceptamos. No se supone que tengas que llorar en momentos como este. ¿Que quieres que haga yo? ¿Que me tire del balcón? ¿Que me haga un tatuaje con tu nombre? ¡Dime que mierda quieres! Yo no puedo seguir así, te amo y todo eso, pero ¿qué saco con estar tan ahí, si tu sólo piensas en lo qué pasó antes? ¡Evoluciona! Yo llevo 3 meses tratando de dejar de pensar en lo que pasó y lo estoy haciendo bien. No se trata de que esté negándolo, estoy superándolo, que es muy distinto… ¿Por qué no me quieres? No quise en ningún momento hacerte daño, no debías verme tú. Ese día…tú no estabas, no lo hice, no pensaba, creí que las cosas serían distintas. Tampoco fue por ti…ni por mí. Nosotras éramos lo único, seguimos siendo lo único, lo más…Pero, ¿te sirve lo que te estoy diciendo? ¿O mejor me callo? Porque tu cara, ¡Deja de llorar! Te estoy explicando una cosa, no es tan terrible, es como me siento yo, pero si no paras de sollozar no llegamos a ningún lado ¿Cómo crees que me siento yo, ah? ¿Tener que vivir con estas cicatrices? Te parece muy fácil tener que…”
-¡Para!
-Si, disculpa, no me sale…

27.8.07

de entre las sábanas II

Después, al día siguiente, abrió la puerta de mi pieza de un sobresalto. Yo, acostumbrada a que a esas horas, mi madre era la que me despertaba, ni me molesté en abrir los ojos. Verano, verano señores! Época en la que los corazones florecen a veces, y nos molestamos un poco en palpitar tan seguido que las configuraciones del cosmos nos alimentan tardíamente!!! Eso fue lo que pasó! Las lágrimas se bararon en las babosas percepciones de un verano atrasado...
Entonces sentí un peso encima mío. Cayendo sobre mi costado, de polera naranja, calzones blancos y sábanas burdeo enredadas entre mis pies, me dijo, linda, vine a buscar un cd. Y yo le dije, ahí por ahí, sin abrir los ojos, con el corazón en la garganta de saberme medio sin ropa ante la vista que no me veía por las sombras matutinas de mi pieza.
Y nuestra historia empezó ese día, entre sábanas, para seguir entre otras, de otros lugares del mundo, pero siempre horizontales, hasta el final, doloroso y paupérrimo, de la sangre que me despertó una mañana, mojada entre mis rodillas, caliente de vida muerta, embarrando las mismas sábanas blancas en las que me supe querer la primera vez. Así mismo, casi desnuda, fui no madre una mañana de otoño y entre sábanas nuestra historia terminó.
(aunque luego él, de palabras veraniegas y susurros invernales, experto mentirón de los halos cristaloides, convenció a otra señorita de que por favor, le plantara un bosque en el surco del lagrimal izquierdo)

explosiones

Entonces había estado con él el fin de semana pasado. Habíamos bailado por ahí y era super tierno, porque no se sabía las canciones que bailaba. Me parecía todo espectacular.
Había ido a ese cumpleaños, sin ninguna expectativa. La gente dice que es bueno no tener expectativas. Entonce fui y nos encontramos. Nos miramos, nos reconocimos, sabíamos en el fondo que éramos interés mutuo y sin duda nos supimos exclusivos, aún así, en la penumbra de una fiesta, a tres metros de distancia, con un copete en la mano y sin expectativas.
Si, luego nos acercamos, luego bailamos mucho rato y bebimos una piscola más. A veces mientras nos movíamos, yo miraba hacia el piso para poder tener un momento sola y sonreírme; la falta de costumbre en este tipo de situaciones me hacía más vulnerable a sentirme fuera de lugar, pero obviamente no quería que el supiera eso.
Me da un poco de risa, los hombres son bastante risibles. Creo que todos deben de tener algún tipo de estrategia, o al menos una idea preconcebida de como lanzarse hacia dar un beso. La cosa es que a veces cunetean un saludo (disculpame)a veces se acercan como si nada, y bueno, en este caso, se menean y te miran directo a los ojos y te sacan un beso, dirigiendo suavemente tu barbilla hacia arriba, para el encuentro supuestamente casual, de tus ojos y los suyos.
Fue así como sucedió y siguió sucediendo toda la noche áquel fin de semana. Luego los días avanzaron y me di cuenta que había surgido en mí una especie de liberación femenina. No en el sentido ninfómano que se puede pensar, sino que de una forma interna, que afectaba mi razocinio. Me gustaba el tipo, y mucho. Lo esperaba todo el rato, pensando en los amigos en común, en el msn, en las fotos, en todas esas cosas.
El punto final, es que pasó la semana completa y supuse de por sí que no había nada más. Nuestra historia se había resumido a una noche de verano y una noche de otoño, en distintos lugares del país y por casualidad. Una vez asumida esa realidad, salí a carretear de nuevo.
El escenario era distinto. Toda la noche, cerveza, vodka, y algun experimento no tan fallido que me alcanzó un amigo, y nadie nunca más me bajó de la pelota. Excepto por él. Otro él.
Lo que quiero decir ahora, en esto que estás leyendo, es que hay ciertas cosas que suceden en un nivel incoloro, pero que se escuchan y se ven, y cuando suceden uno sabe, lo reconoce y no hay vuelta atrás.
Por que esta otra vez igual bailamos, igual me reí pero en su cara, y supe desde el principio cuáles eran las intenciones de la noche. Citando a una película que alguna vez me desgarró el útero, tuve un momento para decidir. Si seguir con lo que estaba pasando o simplemente dar un paso atrás y reconocer que aunque el niño anterior no me había llamado, igual me gustaba. Pero no lo hice. Dije, ya bueno ya, que más da. Y me dejé llevar hacia un beso, bastante público por lo demás, en el que no estaba yo, sino que estaba el otro niño.
Y en el momento en el que puse mis brazos alrededor de este cuello ajeno, y dejé que el impulso de la ebriedad hiciera su parte, en algún lugar del cosmo explotó mi karma, y sentí, lo juro por Dios, una explosión pequeña, como de bombita de agua, donde todos los sentimientos y sensaciones que habían entre él y yo, se habían reventado con el sólo toque de mis labios en los de otra persona. Así, sin ser jamás descubierta, él me dejó por infiel.

31.7.07

pelotitas

Un día cualquiera, en vacaciones de verano. Mucho calor, infinita humedad. A la hora de la siesta, para no molestar a los ancianos vecinos que vivìan en mi edificio, no me quedaba otra cosa más que entretenerme leyendo. Trataba siempre de mantenerme, sólo en ese momento del día, en la corriente que se generaba entre mi pieza y la de mi hermana, asì capeaba un poco el calor de agosto y me evitaba una jaqueca sudorosa de media tarde.
Ese día la lectura del tercer libro de las vacaciones se vio interrumpida por el teléfono. No me parè, obviamente, ya que no solìan llamarme muy seguido, pero el mero sonido fue suficiente para desviar mi fràgil atenciòn de entre las lìneas. El silencio que quedò cuando el ruido del ring ring se fue tras un alò, generò una cierta espectativa en mì. De alguna manera sabìa que me buscaban.
Me sentè en la cama a esperar el grito...Sì, era para mi.
-Alò?
-Isi, que haces?
-Leo. Tù?
-Acabo de descubrir algo impresionante, necesito mostràrtelo.
-Quieres que vaya para allà?
-Si, puedes?
-No. Mi hermana salió en mi bicicleta y mi papá no está. Ven tù.
-Ya. Voy saliendo.
Cortè y seguí leyendo. Eso sí, con un poco menos de atenciòn a las pàginas, porque me intrigaba saber qué era lo que me querìa mostrar, lo que habìa descubierto.
Lo importante, como siempre ha sido, era llegar al final del capìtulo. Entonces lo màs ràpido que pudo mi comprensiòn lectora lograr el objetivo y luego al balcòn de mi casa, para esperar su llegada.

Desde la pequeña terraza se podìan ver los jardìnes de los vecinos. Cada uno tenìa una pequeña porciòn del terreno anterior al edificio, por lo que no habìa uniformidad en las plantaciones. Mi mamà tenía flores, como es predecible. Pero la vecina del primer piso en su porción (absolutamente mi jardìn favorito) tenìa sòlo verduras. Lechugas, zanahorias y todos esos comestibles que salen directamente de la tierra. Solía sentarme en el balcòn a mirar como jardineaban todos, incluso mi madre. Los utencilios, los cortes, los guantes. Fascinante. Pero como era la hora prohibida, no habìa ni una sola alma en las calles. Cuarenta y dos grados a la sombra, todos en sus cuevas.
La ví llegar desde la esquina. Un poco pálida entre el bronceado veraniego, mi amiga que se movía en bicicleta, absorta en su descubrimiento y probablemente armando teorìas en su cabeza, no se tomò el segundo que requerìa notar mi prescencia en el balcòn, y pàsò de largo, despuès de estacionar su movilizaciòn, hacìa las escaleras que llevaban a mi casa.
-Hola!
-Ven acompañame al baño- (De largo por el pasillo sin nisiquiera fijarse si la habìa escuchado o si la estaba siguiendo).
-Qué te pasa? Qué descubriste?
-Mira, aquí te lo puedo mostrar. Prende la luz.
Me hace una señal de que nos acerquemos al espejo. Se inclina minuciosamente hasta dejar la cara tan cercana al reflejo, que casi rozaba su nariz en èl. La imito. No sé realmente que puede ser...Me acerco a su reflejo, la miro como se mira..
-Què?
-Mira. Vez la pelotita negra del centro de mi ojo?
-Si.
-Ya, bueno, ahora fijate en lo que hace- (inmediatamente hace el ademàn de cerrar ligeramente el párpado de su ojo derecho, dejándo el lugar justo para poder observar cómo el círculo negro de sus ojos cafés, se agrandaba instantáneamente a medida que más se iban cerrando sus ojos...cada vez más grande era la pelotita.
-Viste?
-Oh, como lo hiciste?
-No sè, sòlo sucede. Y mira, si lo hago al revès, se achica. Traje esta linternita para que lo veas tú màs de cerca, mira, haz el intento. Alúmbrala y dime si se achica igual.
Se sienta en el baño y yo apunto la linternita hacia sus ojos.
-Si, pasa lo mismo. Qué crees que sea? A lo mejor tienes alguna enfermedad.
-Si, eso pensè. Por eso necesito ver si a ti tambièn te pasa. Hazlo frente al espejo y de ahì te miro con la linterna.
Repito entonces todos los pasos y descubro que mi pelotita negra, màs facilmetne definida por el color verde de mis ojos, reacciona de la misma manera ante la luz.
-Que hacemos?- me dice preocupada- Deberìamos decirle a nuestros papàs. A lo mejor nos contagiamos alguna enfermedad en el colegio.
-No creo, nos habrìan avisado si hay alguna epidemia o algo asì.
-Entonces què es?
-Yo creo que a lo mejor es una uniòn. A lo mejor nuestros ojos estàn unidos porque somos muy amigas. O a lo mejor se supone que tengamos algùn poder especial y sòlo nosotras podemos ver algo que los otros no.
-Si, eso tiene que ser. Pero què? Yo nunca he visto nada raro.
-Es que a lo mejor no es algo que se vea siempre, sino que en algún momento, en algún lugar específico, vamos a ver, no sé, a Dios.
-Ya, callate Isi.
-Pero por qué? Hay que darle una explicación! Porque justo nuestros ojos, justo el centro de nuestros ojos se agranda y se achica con la luz! Es por algo, te aseguro.
-Ah, no sé. Pero me gusta que nuestros ojos sean especiales...Hace calor aca, vamos al árbol?
-No te importa lo de los ojos?
-Si, pero ya me da lata, mañana veamos si sigue pasando.
-Ya, bueno. Oye, puse una cuerda desde mi rama. Pero se deja arriba, se usa solo para bajar. Y arreglamos bien las escaleras y el piso. Llevemos helado y ahí pensamos sobre las pelotitas.
-Isidu, no somos ni brujas, ni santas, ni guerreras mágicas, acéptalo. A lo mejor sólo tenemos la misma falla...
-Ya, cállate paty. No te entiendo, no eras tú la entusiasmada?
-Si, pero me da miedo ver cosas...
-Pero puede que no sea eso, es solo una idea. Vamos al árbol, ahí conversamos...

18.7.07

todo este tiempo

perdona pero
puedo ser tú por un rato
mi perro no muerde si te quedas bien quieto
tengo al anticristo
en la cocina gritándome otra vez
si, puedo escuchar eso

salvada nuevamente por el camión de la basura
tengo algo que decir, sabes, pero no me sale nada
sí sé lo que piensas de mí, no te callas nunca
si, puedo escuchar eso


pero y que si soy una sirena
en estos yeans suyos
que aún tienen el nombre de ella
hey, pero no me importa
porque a veces, digo, a veces escucho mi voz
que ha estado aqui
en silencio todos estos años.

encontraste a una niña
que piensa pensamientos realmente profundos
que tienen de impresionante
los pensamientos realmente profundos?
niño tu mejor rezas de que yo sangre luego
¿que te parece eso?

mi grito se perdió en una taza de papel
uno piensa que el cielo está donde van los gritos
tengo 12 lucas y una galleta
¿crees que es suficiente para llegar allà?

pero y que si soy una sirena
en estos yeans suyos
que aún tienen el nombre de ella
hey, pero no me importa
porque a veces, digo, a veces escucho mi voz
que ha estado aqui
en silencio todos estos años.

pasan los años, seguiré esperando a que alguien entienda
pasan los años si soy desnudada en mi belleza y las nubes naranjas llueven en mi cabeza
pasan los años y me ahogarè en mis lágrimas hasta que finalmente no quede nada
una victima màs
sabes, somos muy fáciles

bueno, me encanta la manera en que nos comunicamos
tus ojos enfocados en la forma chistosa de mis labios
escuchemos lo que piensas de mi ahora
pero no mires arriba
el cielo se está cayendo
tu madre aparece en un vestido feo
es tu turno ahora, de pararte donde yo estoy
todos te miran
aqui, toma mi mano.
si, los puedo escuchar

pero y que si soy una sirena
en tus yeans
que aún tienen el nombre de ella
hey, pero no me importa
porque a veces, digo, a veces escucho mi voz
escucho mi voz
escucho mi voz
y ha estado aqui, en silencio todos estos años

5.7.07

júpiter, marte, ex plutón

Se despertó hoy con una llamada abrupta. El ruido del teléfono demasiado temprano a las 9 ( se había dormido a las 5, viendo películas con un amigo), le informó de la tercera muerte en las últimas dos semanas (sin asesinos, ni virus mortal, ni zombies, sólo mala fortuna).

-Soñé contigo- pensó- Soñé contigo por octava vez en la semana.

Sabe que hay un secreto. Algo se esconde detrás de las amalgamas providenciales que le habían tardíamente configurado el corazón; ella lo sabe, pero no va a averiguarlo. A veces los secretos están mejor guardados bajo miradas sospechosas, que entre las desiluciones que se acumulan en la nuca. No crean de todas formas, que ella soñaba con él sólo por lo del secreto, no. Ella comenzó a sentirlo una semana antes, en sueños a veces, percibiendo su olor cuando caminaba, pasando por lugares comunes o simplemente porque lo veía, imaginario o físico, caminando por Santiago. Después, unos cinco o seis días después, el secreto comenzó a sonar.

-¿Quieres que te acompañe al funeral?- al menos a uno que vaya- No, dime tú. Pero si tu quieres yo te acompaño. No sé po, no sé si quiero ir, dime tú. Si es un funeral, una misa. Bueno, ahí me avisas, llámame.

Cuando cortó se acordó del sueño completo y decidió, por la emoción que sentía de besarlo en el inconsciente, que tenía que decirle todo. Que él se quedara con su secreto si quiere, pero ella no, ella ya no se guardaría más las cosas. La pena, las muertes, los ojos azules que lleva en la cara, el recuerdo de las mujeres de su familia con el mismo color, el amor, el odio, los cumpleaños. No, al menos una cosa que podía sacarse de encima...

-Soñé contigo. Estábamos en su pieza, la de ella. Y ella no llegaba aún, no estaba, que se yo. Y bueno, eh, no sé. Hacíamos cosas. Como abrazarnos y, no sé, darnos besos y mirarnos, ese tipo de cosas. Pero derrepente llegó ella, vestida de rojo. Vestida de rojo y luego con un sueter de lana, parecido a...bueno, esos son detalles. Me pasaste una botella de vodka, pero que tenía un envase de whisky. La tenía que llevar y ahí nos juntaríamos, después de que hablaras con ella. Mientras tanto, mi casa se incendiaba. Corriendo me iba a mi casa, pero no había mucho que hacer. Trataba de salvar a mi mamá, que era la única que aún estaba adentro. El incendio era como transparente, sólo ella y yo lo veíamos. Y escuchábamos David Bowie en la radio. Luego llegabas tu y nos salvabas, apagabas el incendio. Y nos sentábamos en la terraza, a escuchar a Ziggy, que toca guitarra.

A lo mejor te gusta Bowie. A lo mejor te gusta la vida aquática o el sonido brasilero. A mi me gustan los tres, y mi sueño, mi sueño era como esto.


29.6.07

Me acosté con tu mino

Y te negó tres veces, antes de que cantara el gallo.

27.6.07

*Este video debe de ser visto después de leer el texto a continuación*


Estaba yo en el gimnasio, cuando se originó una pelea entre señoras post-menopausia, dos niñas lais y una lady fitness. La pelea tenía que ver con qué tan justo era reservar el espacio en el step a las amigas.
La pelea se alargó más de lo que querían ambos bandos, el primero, conformado por las lais y las viejas y el otro por la solitaria lady justiciera. En el medio estaba yo, sentada, observando y escuchando la discusión.
Pensaba en lo idiota que era la gente que venía todo el tiempo al gimnasio y que hacía de su vida una rutina de aeróbicos. Pensaba en las señoras oxigenadas, con una permanente estridente y con el estado físico de la comanechi. Pensaba en la señora que iba a hacer gimnasia con perlas. Pensaba todas esas cosas, cuando derrepente y sin previo aviso, una de las combatientes pidió mi opinión.
Tuve que decir la verdad. Que lady justiciera tenía la razón y que era injusto para las personas que llegaban a la hora, que la mayoría de los puestos estuvieran reservados. Fue así como me vi inmediatamente aislada, reprimida, exiliada en una burbuja de oxígeno.
Mi opinión, obviamente, no sirvió de nada, por lo que la pelea siguió y siguió, hasta terminar en el exilio definitivo de lady justiciera, que se vio arrinconada en las bicicletas.
La clase fue bastante chistosa también, porque todas las combatientes parecían haber instaurado una batalla implícita en resistencia con las pesas o en quién levantaba más alto las rodillas en el step.
Yo sólo me reía y no para mis adentros. A lo mejor por eso me miraban feo.
De todas maneras, yo no miraba bonito tampoco. Pensaba en mi cabeza sobre lo limitada que eran en general esas señoras, lo que se perdían al no comerse un pedazo de pizza con chela, de la fidelidad amorfa que se generó entre ellas, ya que cada vez que llegaba una señora nueva, le contaban lo sucedido y esta se dignaba a mirar a lady justiciera con cara de desaprobación. Incluso una de ellas, la única gorda gigantona del grupo, gritó :" la próxima clase voy a traer una polera que diga 'cuidado, soy amargada'". Y ahí se me colmó la paciencia. De verdad en ese momento me dio pena la señora justiciera y sentí compasión por su intento de igualdad. Nada podía hacer yo en todo caso, ya que con respecto a mi, se habían simplemente dignado a no mirarme, ignorándome todo el tiempo.
Mientras todo esto sucedía, yo sólo pensaba en que llegaría a mi casa a escribir sobre lo ridículas que pueden llegar a ser las mujeres, sobre todo a esa edad y con esos complejos.

*Ahora, ponga play e imagínese a una señora muy tonificada dándome esa mirada cuando mi opinión favoreció a lady justiciera*

22.6.07

Me enamoré de un jedi

Nos conocimos mucho tiempo después de la caída del Imperio. Cuando nos vimos, nos gustamos altiro. Creo que tuvo mucho que ver esta cosa de la fuerza, porque no sé, el primer contacto fue como anormal. Se me acercó, con su vestimenta típica, como antigua, pero tan linda. Me hablo, pero no así entrador como todos, sino que me ofreció un trago. De vodka. Sé que los jedis tiene poderes extraños y esas cosas que después pude experimentar, pero no estoy segura si pueden leer el pensamiento. No creo que haya podido meterse en mi cabeza y saber así que era mi copete favorito. Puede ser que lo haya sentido...le tendré que preguntar.
Lo lindo de nosotros, es que a pesar de estar escondidos en un principio, porque se suponía que los jedis no pueden enamorarse, logramos disfrutar de su condición, que es casi como si tuviera super poderes, y hacer cosas choras. No es como cuando Aladin saca a su princesa a pasear en la alfombra voladora. Por ejemplo, ayer estabamos viendo una película y para variar a mi se me perdió el control remoto; él no sólo supo donde estaba, sino que lo trajo hacia mis manos levitando. No tuve que pararme!! Si yo siempre le digo que es mi hombre perfecto.
Lo malo es que se va muchas veces. En misiones intergalácticas y cosas por el estilo, por lo que paso tiempos sola. Pero no es tan terrible, porque el logra, cuando duermo, venir a visitarme en mis sueños y contarme sobre las cosas lindas que ve y como me hecha de menos.
Me enamoré de un jedi, sobre todo porque cuando se me caen las cosas, el las detiene de romperse, justo a centímetros de que lleguen al piso. Es mi hombre perfecto.

20.6.07

el secreto

Como los rulos se le acumulaban en el cuello, él tuvo que moverlos para poder acercarse a su oído; cuando lo hizo, sus yemas de los dedos rozaron su nuca. Entonces se inclinó hacia su hombro y acercando bien sus labios a su oído, le susurro:

"Mi plan secreto es raptarme a alguien, pero a alguien conocido. Le voy a decir que me acompañe a dar una vuelta. Cuando estemos en el auto voy a tomar el camino por la carretera el sol y no voy a dejar de andar nunca, hasta que se acabe todo. Cuando no exista hormigón y no haya más camino por recorrer, voy a buscar el lugar más desierto y le voy a pedir que se baje. Cuando sus pies pisen el camino de tierra, voy a retroceder y me voy a ir."

16.6.07

Se te cae el velo.

Tuvo una visión. De noche, se le apareció una figura desconocida. Una luz brillante, hermosa. Y en esta una, una voz que decía "otra vez, otra vez, yo construiré, linda, construiré, te lo prometo".
Cuando lo escuchó, pensó en gritar.

¡Me estoy volviendo loca! Escucho voces!

¡¡Mamá!!!

(tu mamá no está. es en este territorio desconocido donde tienes que caminar sola. aquí destacan esas formas, esas cosas que abstractas puedes comprender, pero no practicar. ves esa estrella? es eres tú. más allá. tú, más allá. no. no trates de evitarlo. respira, respira, inhala. ahora. esta luz, yo. esta luz, linda, me vengo a despedir.)

Entonces la luz tomó la forma de la señora con los ojos azules. Grandes ojos azules, como la matriarca, pero más ocuros. Como ella, quería ser como ella, pero ella era inigualable. Murió intentándolo. Nunca entendió que debía de construir un edificio nuevo. Tu se lo dijiste, pero ella no entendió. El tiempo se acabó, como siempre. Y todas esas veces que intentabas evitarlo con alcohol, vodka o pisco.sour, lo que sea, parecen ahora no funcionar. Y cada vez que las paredes se movian, entendías un poco porque ella, tan abstracta, tan ausente, se refugiaba en esos humos autodestructivos. En al menos 20 años de humos autodestructivos.

Es demasiado fácil. Ella bailando, moviendo su pelo de un lado a otro, mientras él, con sus manos al aire, cantaba, rimaba, trataba de enseñarle a sus ojos a mirar un punto fijo. No, el trata llamar de manera distante, sin que nadie se de cuenta de que lo hace, trata de llamar a una estación donde lo pueden arreglar, donde cualquier cosa que caiga al agua puede flotar.

No me digas que una mujer te hizo esto! Sí una mujer! No, lo siento te mentí. Tres mujeres me hicieron esto! Pero se siente como si fuera una.

(a lo mejor la culpa la tienes tú. por tener esos ojos. esos ojos. ojos, que son lo único que te recordaran del ruiseñor. en esta madrugada, donde en algún punto del cielo, nos encontramos al mirarnos)

15.6.07

Me gusta estar al lado del camino

la dani. el copete. y el resto.
Ese día estábamos todos un poco así. Pero no hay registro más espectacular que este.
Dani Road, por favor?

6.6.07

esta casa es como rusia

es como rusia las hormigas, las hormigas desde el suelo potente ardiente desde las cabezas crepusculares de los inviernos en reversa desde las canillas de una niña desde las hormigas de una niña que corre por el pasto de las heladas cascadas o no de los cajones abiertos de las protuberancias mandibulares o de una niña redonda de ojos delineados que por ahi por ahi dice jesús por ahí por ahí me convence todas las noches de despertar a las 3 mi amor mi amor mi amor deja de pegarle a la ventana porque la mano ajena ya tocó y tuve que pedirle el sombrero a otro niño pero que niño que niño más lindo más lindo ohh!! ohh!!! cuando yo termine con esto, cuando termine con esto cuando termine con esto, mi mundo cambiará, me dice por estas ventanas me habla de llamadas telefónicas y de muros gigantes chinos gigantes japoneses con super poderes aledaños a mi techo pam!pam!pam! como los fantasmas de mi abuelo se mecen por los suelos o los techos y esto no era lo que yo estaba diciendo antes de pensar en cuando termine con esto antes de pensar en lo que estaba diciendo pensaba en jesús que dejó esto mismo en el basuerero y yo dije que a lo mejor de recoger sus basuras sus letras basureras en los casinos del mundo de los quintos pisos entonces entendería porque me dejo sentada esperando como en rusia por que me dejo sentada esperando como en rusia a que dejara esperando sentada pero como en otro país a la niña a la niña a la niña que habla muchos idiomas y que es tan linda tan linda tan linda pam!pam!pam! abuelo callate que quiero dormir y escuchar que si me da miedo, hago pam!pam!pam! y me viene a rescatar mi soldado estudioso con un vidrio quebrado de sus lentes y con el blues colgando de su espalda y ahora que termina así así comienzan otras melodías pero yo no quiero abuelo yo no quiero porque parece que de estar sentado en el baño le gustaría estar sentado en rusia y por eso se viste como de ruso y habla de rusos pero no quiere actuar como ruso porque en verdad está sentado en el desierto y yo estoy esperando en rusia a que lleguen mensajeros sanguinarios a decirme que ya bueno ya esta vez me salvo pero la próxima no y entonces me digan que estoy en rusia y que uno de ellos está cultivando sonrisas en ella que lo ama y el otro sentado en un baño falso de miradas falsas para mirarse al espejo y decidir no salir nunca más mientras yo lo espero en esta casa que es en verdad júpiter pero a veces parece rusia y a veces no lo espero y a veces lo espero con la lengua en un piercing y la mano en un piercing y y la mirada con un beso en la mejilla de aliento a cerveza que no es el de antes que es distinto pero que está en rusia y se siente bien, menos ahora que se me viene la perestroika y todo vuelve a ser como en júpiter.

4.6.07

¿me salvas?

Me vio venir 5 mese después, con nuestro hijo detrás de mi ombligo. La impresión en su cara, la búsqueda de una explicación inexistente en mis pupilas, y luego el derrumbamiento de sus papiros escondidos detrás de su espalda, que tan gloriosa se me exhibió mientras se alejaba de mi, conformaron los resultados de mi abandono incrédulo el día en que todo sucedió.

Así que intenté repetir su nombre para que no se enojara tanto, pero no me quería escuchar. Me senté a esperarlo, a que pudiera enteder una que otra explicación incoherente sobre el por qué de todo lo que sucedía en mi útero.


Pasaron los días pero el no quería saber nada de mí. Me envolvía diariamente en una esperanza infantil donde daba lo mismo, que saldría bien a la larga o que el parto no es tan doloroso si me escapo y lo tengo sola.


Una noche llegué a sus sueños, no sé por qué. No es que haya invocado a los guías espirituales de lo ultra terreno, sino que yo solo dormía y en mi sueño nos encotrábamos. Yo sabía que él soñaba conmigo, cada vez que yo soñaba con él, pero nunca pensé que estábamos en el mismo lugar. Desapareció físicamente durante un mes, pero nos encontrábamos en sueños para discutir sobre nuestro futuro. Muchos días tuvieron que transcurrir en conversaciones diplomáticas para que él pudiera aceptar el engaño, la dolorosa omisión de lo que nos sucedía, sólo por que en un principio quería afrontarlo sola. Luego un día, cuando caminábamos descalzos por la tierra aledaña al campo donde se sembraban las sandías, decidió que me acompañaría, solo si nombrábamos a nuestro niño J. Bueno, dije. Pero nos vamos de aca, que si voy a tener un hijo, que no tenga que vivir estos lugares.


Y nos fuimos. Y nuestro hijo habla francés. Y su tía Poli es su preferida.

28.5.07

Se nos cae el vino

Pensé, la culpa la tienen los hombres del sur. Los hombres del sur, mamá! Los hombres del sur, que te aman. Que te traspasan tan profundamente que cuando los dejas de amar, te dejan infecciosa.

Cuando hace un ¡Salud! se le caen los vasos a veces. A mi se me cae la cerveza en la alfombra del vecino, el vodka en el baile y los cánguros en las esquinas. Me encanta equivocarme tan naturalmente.

24.5.07

Elevados

Tomás: Pero nunca te he visto así como, ebria ebria.

Isi: No, es que no me curo así muy fácil.

Nacho: Pero te tocas rápido.

Tomás: ¿Como?

Nacho: Que ella se toca muy rápido.

Isi: ¿Cómo me "toco"?

Nacho: Si po, no te curai, pero te tomas dos piscolas y como que te cambia la cara. Como que te sientas distinto y hablas distinto.

David: Si, es verdad. Más linda la isi, como que derrepente se queda callada, se apoya como en la mano y pone como cara de pena, de melancolía. Y yo le pregunto, que te pasa isi? Y no, nada, y cambia la cara y se pone a conversar y de ahí en un rato lo mismo.

II

Pablo: (...) esa canción de los beatles. A ti que te parece isi?

Isi: no sé, a mi en verdad no me gustan los beatles...

Nacho, Pablo y Tomás: ¡¿QUE?! (elevado)

Tomás: Isi no te pueden no gustar los beatles!! Ellos son la música! No hay nada mejor que ellos. No, te me caíste. Y eso que te respetaba porque algo sabías de música, asi como que igual cachay po...No, no lo puedo creer...

Nacho: Eras mi mujer perfecta. En verdad, pero ahora ya no. Eras mi mujer perfecta pero ya no.

Pablo: Isi, que no te gusten los Beatles es como que no te guste Pink Floyd.

Isi: Tampoco me gusta Pink Floyd.

Nacho, Pablo y Tomás: ¡¿QUE?! (elevado)

Tomás: Isi wn, que tenís en la cabeza!!!

Pablo: Ya y ¿qué te gusta entonces?

Tomás: Le gusta Tori Amos. "Tengo los 10 cds". Es lo único que es siempre bueno, o no?

Isi: Puta la weá, siempre hago la media introducción para decir que no me gustan los beatles.

Pablo: Pero, ¿por qué no te gustan?

Isi: Si no es que no me gusten, osea, no los encuentro malos ni nada, pero no me producen nada, cachay?

Tomás: Pero wn!!

Nacho: Me vas a decir que el cd blanco no es el mejor cd que existe?

Isi: Pero si no son malos!!! Puta...

19.5.07

la marca de las sábanas y otros sacrificios.

Ella sabe que me gusta inclinar mi cabeza hacia mis tobillos para tener una mejor visión de lo que me está haciendo.
Sabe que me gusta que me susurre al oído que soy la más linda. Y que me encanta enterrar mis uñas en su espalda.
Sabe que me gusta que me acaricie el muslo hasta arriba y que me recorra el cuello con la punta de la lengua. Que me mire a los ojos, justo en el momento.
Ella sabe, y lo sabe muy bien, como me fascina que me tome la nuca cuando me besa. Conoce a la perfección los movimientos de mi lengua en boca ajena.
La encanta que le cuente como me vengo, como gimo y me contraigo cuando llego, como aprieto sus caderas con mis muslos, justo ahí.
Le encanta saber como me desviste, como conoce mi ropa, y la manera que tiene para reconocer mi olor en cualquier lugar, aún cuando ya me he ido.
Lo que más le gusta de todo, es saber como él es un experto en mis lunares; que sabe dónde están, cuáles son sus tamaños, sus colores y como combinan a la perfección con mi piel blanca.
De noche, cuando está sola, se imagina su cabeza castaña entre mis muslos, y mis dedos aferrándose a su pelo o a las sábanas, cuando ahí, justo ahí.
Luego busca en él todas mis marcas, mis manos que saben donde crear escalofríos precisos, torturas placenteras, que dejaron marcados en su piel, todos los senderos que a él le causaban más ansiedad, cuando no me tenía.
Le encanta recordar en sus recuerdos cuanto goza conmigo. Es su pasatiempo favorito, pensar como me penetra silencioso, cada vez que ella no está.
Cómo se goza, ¡sí!, cuando ella no está.
A mí lo que más me gusta, es sentir como se la jala en mi espalda desnuda, todas las mañanas.

13.5.07

ella que se tropieza sobre el

Estaban sentados escuchando música. En la pieza de estar, en medio de la noche, sus sombras rebotaban en la pared justo al frente de donde apoyaban la espalda. Hacia 6 canciones que habían dejado de hablarse. Ya no se miraban.
Ella usaba una polera negra, de manga larga, con escote redondo. Tenía el pelo amarrado en un tomate y le caían unos pelos porfiados por la cara. Usaba una falda corta. Una minifalda de jean y pantys negras, redecillas. El llevaba un pantalón verde oscuro y una polera blanca. También de manga larga.
Se habían sentado en el piso, a pesar de tener un sillón lo suficientemente amplio para los dos, justo al frente de la radio. El no sabe realmente porque se sentó ella en ese lugar, supone que era para que la lámpara reflejara su sombra o para hacer algo distinto. No sabe. Pero la siguió igual, sin preguntar nada.
Las últimas palabras que se dirigieron fue para discutir qué música escuchar. Decidieron finalmente, poner todas las opciones y dejar que la radio decidiera. Terminaron escuchando a Gepe.
El silencio musical que los enredó durante los primero 30 minutos fue en un principio incómodo, pero al cabo de 10 minutos, habían logrado transformarlo en comunicación. Los movimientos que ella hacía con su cabeza, tan sutiles e inexactos, le eran transmitido a el a través de las sombras en la pared. Todas las reacciones que ella tenía, eran interpretadas por el de distintas maneras, que confundido al lado del sofá, quería solo poder voltearse para poder oler su cuello. La verdad, era que ella solo se impresionaba por las canciones. Aunque a veces, le daban ganas de apoyar la cabeza en su hombro y cuando esto sucedía, movia su cabeza hacia el. Nunca alcanzó a realizar el acto; sus inseguridades se lo impedían.
Las cosas sucedieron, como típico en ellos, por un error. El primer paso fue un tropiezo de ella, cuando justo por la emoción que le causó una de las canciones del disco, se movió sin pensarlo, apoyando sus manos en el suelo, justo posando la mano derecha sobre la mano izquierda de él.
Este, que había estado esperando una señal por mucho tiempo, se vio ilimitado por el gesto, decidiendo sin meditación, que era el momento de besarla. Se acercó hacia ella lentamente, para que se diera cuenta de lo que iba a hacer, pero lo suficientemente rápido para que no pudiera resistirse.
Cuando se juntaron, ella sintió que se le escapaba el corazón de una carrera. Estaba nerviosa, hasta que él, en un arranque de emoción, y manteniendo las manos unidas en la alfombra, fue a buscar su cuello con la manos derecha.
El olor, el aroma, los labios perfectamente delineados que ella lucía como si nada. La música, las luces, el pelo largo que ella enredaba en sus dedos cuando llegaba a su nuca.
Felices estaban, besándose por canciones enteras. Abriendo los ojos de vez en cuando, esbozando una que otra sonrisa cada vez que se encontraban espiándose. A estas alturas, ella ya se había apoyado en la pared, atrayéndolo con el brazo enredado en su cuello.
Del cuello, su mano bajó a su cintura. De 7 canciones, el cd terminó y comenzó a sonar Portishead. Cuando los dedos de el rozaron un trozo desnudo de su cadera, ella como reflejo, dobló ligeramente la rodilla izquierda. Y él recordó así cuanto le habían gustado siempre sus piernas. Y decidió recorrer sus muslos, con su palma temblorosa por el costado y girando por la rodilla para devolverse por dentro.
Y ella no decía nada, porque sus rozes eran perfectos y ya sus sombras no eran dos, sino una grande y deforme figura en la pared.
Y él, que emocionado repasaba lentamente su lengua en la de ella, seguro de que no dejaría nunca más de besarla, seguía explorando su muslo.
Cuando el límite de la falda terminaba, y se acercaba cada vez más hacia donde nunca pensó que ella le permitiría llegar, el roze del muslo, cubierto por una panty negra de redecilla, cambió radicalmente a una suave contextura. Ella llevaba pantys cortas, que llegaban hasta la mitad del muslo y por lo tanto, el había llegado sorpesivamente a su piel. Del impacto, el beso que los unía se vió estrepitosamente interrumpido, la miró a los ojos, sorprendido y buscando una explicación.
Ella entonces divertida le sonrió, y tomándole la cabeza con las dos manos lo devolvió a sus labios. Él supo, en ese minuto, que nunca más podría salir de ahí.

10.5.07

para alguien. para mi. humphrey we´re leaving

él: necesito hablar contigo
ella: la última vez que hablamos, sr. smith, usted me redujo a lágrimas. Le prometo que eso no ocurrirá de nuevo.

ausencias, preferencias y otras pestes.

tratando de pensar todo este tiempo, en escribir algo que pudiera ejemplificar mi estado anímico actual, me vi momentáneamente acorralada en el exceso de inspiración.
Muchas palabras, muchas ideas, infinitas cosas que decir, pero una falta de coraje abismante.
Así bueno, en un día de recordar mi infancia, el sur, el norte, los vientos, los techos y los ojos verdes de mi madrina que por ahí navega en sus pulmones, pensé que tenía que ser un poco más como los Von Trapp. O como María, más que como la familia. Pensé que a lo mejor, si lograba enumerar todas mis cosas favoritas, estas sensaciones se irían e incluso a lo mejor podría ordenar más fructiferamente mis ideas.
Pero no. Siendo que mi brazo está estirado (y no es una metáfora)y sí, estoy ciega, lo único que me queda por escribir es nada. Y ofrecerles al menos un video, que me transporta a mi propia infancia, para que a ver si tú, logras también mejor, enumerar tus cosas favoritas. Y en el camino yo, logro acostumbrarme a las ideas.

metafora no, mas la casa de donde vengo llegando.

Hay una casa en la mitad de todo. De la calle, de la selva, de los cisnes, de las amalgamas dentífricas en los dientes de casi todo el mundo. Ahí, justo al medio, hay una casa.
Tu puedes ir cuando quieras, siempre hay alguien esperándote. Se llama Soledad y es la recepcionista. Tiene el pelo café, la piel oscura pero no tanto, y unas uñas perfectas, delineadas y cortadas con suma delicadeza, brillantes y transparentes como los anillos que sus dedos no llevan.
Cuando llegas, ella te recibe. Tiene una voz dulce, y cuando te habla, da un poco de sueño.
Abrir la puerta es siempre el primer paso. Cuando entras, el primer respiro es el que determinará tu estadía. Los aromas que sentirás en cada rincón de la casa, están ahí cumpliendo una función. Si sientes nostalgia, eucaliptus expelirán las velas. Si es amor, tulipán. Y cuando tus sensaciones varíen, aún cuando no te hayas movido, los olores cambiarán por ti.
En el segundo piso está la locura. Una sala con espejos y ventanas, con calefactores y aires acondicionados, velas, cuadros amarillos, un sofá, dos baños, muchas camillas y una puerta que no se cierra nunca.
Por ahí deambulando hay un hombre inglés. Alto, muy alto, rubio, muy rubio, derecho en su caminar y directo en su mirar. Si te lo encuentras mejor que lo saludes, porque el siempre sabe cuando estás en la casa, cuantas veces has venido y cuando vas a volver. El inglés y la Soledad son muy amigos, han trabajado juntos hace años.
Por las noches, llega una princesa. Árabe, no como la piensas. No con corona, no con amuletos. Con el ombligo descubierto, con monedas en las caderas. Cada paso que da, es perseguido por un centenar de tintineos. Si ella te ve, bueno, te va a corretear de la manera más sensual posible y te correrá de la casa.
Y bueno, ahí termina todo. Luego, cuando vuelvas, las cosas serán a primera vista, las mismas. Pero te engañas si crees que son iguales.

4.5.07

trozos de sandía

1. Compre semillas de Sandía. Puede hacerlo en muchos lugares, ahí depende de donde se encuentre, de la cercanía de las posibilidades, de sus intereses, etc.
2. Plantar las semillas. El mejor lugar es siempre el patio de su casa, pero si vive en departamento, puede siempre hacerlo hidropónicamente o techisticamente, volátilmente, arrendar un terreno, comprarse un campo o pedirle prestada la casa a alguien.
3. Crecer las semillas. Dicen que a los miembros del reino vegetal, hay que hablarles. Al parecer les hace bien escuchar a Mozart y Metal de vez en cuando, pero no está realmente comprobado. En el caso de las sadías, es mejor no hablarles, porque se ponen celosas unas de otras. Si no me cree, vaya al campo y lo puede comprobar en terreno. Puede tocar guitarra. Eso, en algunos casos, hace el interior de la sandía mucho más dulce y jugoso, y el verde exterior, resplandeciente.
4. Cosechar. No hay mucha ciencia en eso. Crecen las sandías y las saca bien de la tierra. Recuerde que tiene que limpiarlas de la tierra para después poder ejercer correctamente el paso número 5.
5. Ponga todas las sandías que obtuvo en una cesta gigante o cualquier tipo de recipiente que pueda contenerlas a todas. Una vez instaladas, cuando están todas a la vista, comienze a golpeterlas con la palma abierta, una a una, para poder comprobar el sonido. Eliga la sandía que reproduzca desde lo rojo el sonido que más le guste.
6. Con la sandía escogida, se completa la receta. Lo ideal para terminar, es vestirse de blanco. Como herramientas, necesita en este caso un cuchillo que le sirva para cortar la sandía y un martillo o cualquier elemento que le sirva para aplastar. Cuando haya conseguido estos últimos elementos, puede pasar al siguiente paso.
7. Definitivo. Tome el cuchillo y parta la sandía en dos. Tomé una mitad y comienze a comérsela. La parte roja, jugosa, exquisita, devórela con locura, no lo piense tres veces, sienta como corre el jugo por las orillas de su boca y como va manchando su ropa blanca. Deje lo verde. Luego tome el otro pedazo y con el martillo, comienze a pegarle. Péguele lo más fuerte posible, que salte jugo a su cara, que la mesa se chorree entera. Sienta el poder de aplastar y deshacer la sandía. Hagala añicos, no puede quedar nada. El trabajo estará realizado cuando lo rojo sea solo un jugo y lo verde esté tan golpeado que no sea reconocible. Si está de ánimo, siempre puede comerse los trozos de sandía verdes, pero no es absolutamente necesario.
*si desea repetir el ritual, sólo tiene que escarbar en la tierra y buscar las sandías que crecerán sin su permiso.

29.4.07

las libélulas

Hay una daga en mi mano, directo a tu muslo. Una lengua porfiada, un desafío.
Las palabras que enfunda la gente, el color malo que corre entre tus piernas.
La seguridad que nos abandona exquisita a través de inventar que no somos cuando queremos solo comer lunares ajenos.
Así un día, sé, que frente al fin de los tiempos, de los lugares y todo eso, vas a poder ver mi color en la ceguera, y desde tu cuerpo inválido, el tuyo como un relámpago antes mis ojos; la sangre que derramamos sin querer.
Después, estirar la mano y transformarnos en el ezquisofrenico que siempre debimos ser. Para en la inocencia, atravesar el miedo en amarillo.

28.4.07

¡!


¡tengo el nuevo cd de tori!

25.4.07

de los ojos y los juegos

Estación Parque Bustamante: Estaba pensando en personas como tú. ¿Cómo yo? Si, que tu escritor favorito es Kafka. Entonces, estaba pensando que, es como tú dices, que da algo en el estómago. Pero yo pienso que es solo como caminar en la madrugada con bruma. Eso es, ese tipo de literatura. Y yo creo, Margarita, que deberías saber sobre cocaína. Y sadomasoquismo. Mejor, instrúyete en literatura moderna, en la crítica a la frase "justo do it", porque es más como tajear los muslos de las mujeres lindas cuando andas en bicicleta; la bruma, después de un tiempo, te deja sin respirar y genera adicción.

Estación Salvador: Dos estudiantes de algo científico estan compartiendo un secreto. Uno es bajo, rubio y colorado. El otro tiene un perfil bastante atractivo, tiene los ojos celestes, usa anteojos y lleva un sueter rojo. ¿Como transformar....watz...en un concentrado de...? Pregunta ansioso el que no es bajo. Entonces el otro, lo mira con cara de "el nobel es mío pero te lo puedo prestar", y toma aire para dar la sabia respuesta. Antes de decirlo, se da cuenta que hay gente alrededor. Se gira para comprobar que no lo están espiando, pero no parece seguro. Toma del brazo al compañero y se van al final del vagón.

Estación Los Leones: Me preguntaba si ese estudiante estaba realmente estudiando. Leyendo ensimismado sus apuntes, ignorando a la gente alrededor. Bueno, mucha gente estudia en el metro, pero este personaje, antes de comenzar a leer, sacó de su mochila un gorro de lana, parecido al mío; luego, de su bolsillo desenvainó un par de lentes, de sol, negros. Después de ponérselos comenzó a leer. Yo pienso que la luz del metro no es tan buena, osea, no es mala, pero igual el piso se mueve. Leer con lentes oscuros es extraño. Pensaba esas cosas y el tren disminuía, cuando por un impulso me di vuelta y me encontré con un tipo, un hombre, un joven, que estaba sentado en diagonal a mi. Me estaba mirando directo a los ojos, justo cuando me giré. Lo quedé mirando por unos segundos, hasta que, sin quitar sus ojos de los míos, se levantó y se bajó. Puede que, con su bufanda roja y su abrigo negro, su pelo largo crespo y sus ojos asustones, haya estado jugando a ser cortázar, como en el metro de París. O si no, a ser Demian. Igual me gusta ser parte del juego. O del experimento.

Estación Tobalaba: Tres gringos se deciden si entrar o no en el vagón, mientras el pito comienza a sonar y desde un pasadizo inexplorado viene corriendo un ejecutivo que entra justo antes de que se cierre la puerta. El tren comienza a moverse, recorriendo toda la estación. Antes de que entrara al túnel, una madre, justo debajo del cartel que dice "Tobalaba", toma a su hijo desde las axilas para ayudarlo con el equilibrio mientras hace pipi en una esquina de la estación. Se gira bruscamente para ver si alguien la ve. Los gringos no entran al vagón. La mujer no pasa desapercibida.

Estación Alcántara: Estaba ensimismada en una canción. Y bueno, a estas alturas la gente comienza a moverse hacia las esquinas para adelantar el camino que tendrán que recorrer para llegar a la salida que les acomoda. Caminando hacia mi, venía un tipo. Alto, de tez muy blanca, de ojos muy oscuros. Pelo largo, rubio, con ondas, muy suave y que olía a nada. Se puso justo detrás de mi, frente a una de las puertas. Sentí su presencia, pero más que nada me percaté de que estaba porque chocamos las miradas en el vidrio de la puerta. Se acercó mucho a mi y puso su mano en mi cadera. Se agachó un poco para rozar su nariz en mi mejilla, bajar a oler mi cuello, darme besos. Al principio no entendí mucho el por qué lo estaba haciendo, pero cuando noté que en todo el tren éramos los únicos viajando, y que se sentía rico lo que estaba haciendo, parecía que estábamos en lo correcto. El tren se detuvo entre Alcántara y Los Militares. Hicimos el amor en una de las sillas. Podía ver mi cara en la ventana. Ahora, tengo moretones en las rodillas.

Estación Escuela Militar: Tratan de pasar desapercibidos, pero yo me di cuenta que todo el tiempo estuve viajando con Miguel Bosé, Al Pacino, Bill Clinton y Dakota Fanning. Camuflados, obviamente, pero verdaderos.